David Shoebridge, senador de los Verdes por Nueva Gales del Sur, emitió un mensaje expresando su solidaridad con el pueblo kurdo ante los ataques turcos cada vez más continuos contra el noreste de Siria.
"Como senador de los Verdes, estoy profundamente preocupado por los continuos ataques militares y las violaciones de derechos humanos del gobierno turco contra el pueblo kurdo y las comunidades que viven en la región autónoma del norte y este de Siria", declaró Shoebridge en su mensaje del miércoles.
Shoebridge agregó: “Los informes de que civiles e instalaciones e infraestructuras esenciales, incluidos hospitales, escuelas, zonas residenciales, centrales eléctricas, mezquitas y campamentos de refugiados, están siendo atacados son profundamente preocupantes y condeno estas agresiones en los términos más enérgicos posibles”.
“También me preocupa que el Gobierno turco esté utilizando los devastadores acontecimientos en Palestina e Israel para promover su propia agenda y escalar el ataque militar contra el pueblo kurdo. Si bien la atención pública se centra en el conflicto anterior, quiero dejar claro que las violaciones de Turquía contra el pueblo kurdo no pasan desapercibidas e insto al gobierno turco a detener estos brutales ataques de inmediato”, advirtió el senador australiano.
Shoebridge llamó a la comunidad internacional a denunciar estos ataques y exigir responsabilidades por las violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra cometidos por Turquía contra el pueblo kurdo.
“Hoy y todos los días, me solidarizo con el pueblo kurdo y la diáspora kurda en Australia durante estos tiempos difíciles. Pido al Gobierno australiano que utilice su alianza con Estados Unidos y la Coalición sobre el terreno para instarles a utilizar sus relaciones diplomáticas con Turquía para plantear este asunto con urgencia y exigir el fin de estos ataques”, afirmó el senador de los Verdes.
Antecedentes
Desde el jueves pasado, el Estado turco lleva a cabo una llamada "ofensiva aeroterrestre" contra el territorio autónomo del noreste de Siria, justificando esta agresión con un ataque del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Ankara el 1 de octubre, cuando dos guerrilleros del PKK llevaron a cabo una acción de sacrificio frente al Ministerio del Interior turco en el barrio gubernamental altamente seguro.
El terror aéreo turco, que Ankara justifica con el derecho a la autodefensa, tiene como objetivo específico la infraestructura vital de la población civil del norte y el este de Siria. Actualmente, más de dos millones de personas se encuentran privadas de servicios básicos y la infraestructura energética de Hesekê, Qamişlo y Amûdê ha quedado casi completamente destruida.
Los ataques contra la población civil o la infraestructura civil constituyen crímenes de guerra. La comunidad internacional ignora esta abierta violación del derecho internacional y deja que Ankara se salga con la suya en su guerra contra los kurdos sin consecuencias. No sólo en Siria, sino también en Irak, Turquía recibe luz verde permanente para cometer crímenes de guerra.
Según un balance elaborado por ANHA (Agencia de Noticias Hawar), al menos 47 personas murieron y otras 59 resultaron heridas como consecuencia de los ataques turcos entre el 4 y el 11 de octubre. Entre las víctimas se encuentran diez civiles, entre ellos dos niños.