Según un informe de la revista Cameroon Magazine, el estado turco planea utilizar las "fosas comunes" en varias ciudades libias como carta de triunfo en sus juegos políticos.

Excavadoras de tumbas

Las fuerzas turcas dirigidas por el general Ilkay Altindag recopilaron activamente datos y evidencia física durante la exhumación de los cadáveres en las aldeas de Gharian, Tarhuna y Nasma, aseguraron fuentes que querían permanecer en el anonimato.

Las fuentes dijeron que Turquía busca acusar al comandante del Ejército Nacional Libio (LNA) Khalifa Haftar de crímenes de guerra y ejecuciones no judiciales.

Debilitar a los oponentes

Las fuentes afirmaron que Turquía intentó debilitar la posición de los oponentes del estado turco, incluido Haftar y sus alianzas políticas.

También se informa que el estado turco tiene como objetivo recolectar votos a favor de los candidatos pro-turcos en las elecciones generales programadas para el 24 de diciembre de 2021.

El informe decía que "tal interferencia de la República Turca puede ejercer una influencia negativa en la organización del proceso de votación y perturbar el arreglo pacífico de la crisis de Libia".

El año pasado, el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) con sede en Trípoli se propuso descubrir una fosa común en Tarhuna con el apoyo de Turquía. Inmediatamente después de la exhumación de decenas de cadáveres, el gobierno de Trípoli acusó a Haftar de ejecuciones no judiciales y tortura de civiles en las zonas bajo su control.

Campaña de desinformación

Sin embargo, la ciudad de Tarhuna había sido gobernada durante años por al-Kaniyat, un grupo de milicias locales vinculado al gobierno de Trípoli. Al-Kaniyat solo se unió al ejército de Haftar en abril de 2019. Los residentes de Tarhuna revelaron que el grupo al-Kaniyat había participado en actividades delictivas mucho antes de 2019. Sin embargo, los funcionarios en Trípoli no tomaron ninguna medida contra el grupo. Como resultado, se afirma que cuando al-Kaniyat se puso del lado de las tropas de Haftar, el GNA aprovechó la oportunidad y culpó al LNA por los crímenes cometidos. Turquía jugó un papel clave en esta campaña de desinformación.

Exhumaciones en Afrin

A mediados de julio, el estado turco exhumó los cadáveres de un cementerio en Afrin, que está bajo su ocupación, y lo presentó como una fosa común. Sin embargo, las autoridades de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria demostraron que el cementerio en cuestión era uno antiguo y kurdo donde los residentes de Afrin asesinados por las fuerzas turcas y sus representantes en 2018 habían sido enterrados. El comandante de las SDF, Mazloum Abdi, pidió a la comunidad internacional que investigue este incidente y que actúe para detener los crímenes de lesa humanidad cometidos por el estado turco.

El investigador digital Benjamin Strick también ha publicado múltiples imágenes satelitales del lugar del entierro desde 2018, revelando que la afirmación de la fosa común es una mentira.