Se inició una investigación contra un activista kurdo que gritó "Bijî Serok Apo" (Viva el Presidente Apo) durante una manifestación en Kassel.

La manifestación se organizó para conmemorar el 20º aniversario de la conspiración del 15 de febrero que tuvo como resultado el secuestro del representante  del pueblo kurdo Abdullah Öcalan en Kenia y su entrega al Estado turco. 

El fiscal declaró que el activista, cuyo nombre no se ha divulgado, estaba viendo en los vídeos de la manifestación pacífica (a la que se unieron unas 700 personas) gritando consignas a favor del representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan.

La acusación preparada por la Fiscalía afirmaba que el PKK, que prohibido en Alemania, estaba siendo apoyado con el eslogan "Bijî Serok Apo" y que esto constituía un acto de propaganda. 

Sin embargo, en la primera audiencia del juicio, el tribunal determinó que el fiscal y la policía habían abierto una causa por motivos incoherentes y añadió que el lema "Bijî Serok Apo" no era un delito.

El tribunal dictaminó que el activista había gritado el eslogan "Bijî Serok Apo" en el marco de los principios de la libertad de opinión, y que esto no era un delito.

El tribunal también dictaminó que el Estado tenía que pagar las costas del caso.