Yihadistas del ISIS toman cientos de rehenes en Nigeria
"No sabemos qué les harán, pero espero que no les hagan daño", dijo un jefe local.
"No sabemos qué les harán, pero espero que no les hagan daño", dijo un jefe local.
Los yihadistas vinculados al llamado grupo Estado Islámico han tomado cientos de rehenes en una ciudad en el noreste de Nigeria, informaron el miércoles fuentes locales y de los grupos milicianos de la zona.
Los terroristas del Estado Islámico de África Occidental (ISWAP) invadieron Kukawa en la región del lago Chad el martes por la noche y capturaron a personas que acababan de regresar a sus hogares después de pasar casi dos años en campos de desplazados, indicó Babakura Kolo, jefe de una milicia local y explicó que "Los terroristas atacaron la ciudad en 22 camiones alrededor de las 4:00 pm (16:00 GMT) de ayer y combatieron a los soldados que custodiaban la ciudad en una feroz batalla".
Los residentes de Kukawa, escoltados por militares, habían regresado a la ciudad recién el 2 de agosto, por orden de las autoridades del estado de Borno.
Habían estado viviendo en campamentos en la capital regional, Maiduguri, a 180 kilómetros (120 millas) de distancia, de donde huyeron tras un sangriento ataque en noviembre de 2018.
Un jefe local que acompañó a los residentes a la ciudad dijo que la gente había regresado con la esperanza de cultivar sus tierras y terminaron "en manos de los insurgentes".
"No sabemos qué les harían, pero espero que no les hagan daño", dijo el jefe, quien pidió no ser identificado por razones de seguridad.
Una fuente de seguridad que confirmó el incidente a la AFP dijo que el miércoles se desplegaron aviones de combate desde Maiduguri para "abordar la situación", sin dar detalles.
El conflicto yihadista de una década ha obligado a unos dos millones a abandonar sus hogares, la mayoría de ellos de la parte norte de Borno.
Muchos se han mudado a campamentos de desplazados en condiciones deplorables, en Maiduguri, donde dependen de las donaciones de organizaciones benéficas internacionales.
En los últimos dos años, las autoridades locales han estado alentando a los desplazados a regresar a sus hogares, a pesar de la preocupación de las organizaciones benéficas internacionales de que esto no es seguro.
Los residentes han sido devueltos a cinco ciudades principales desde 2018, donde están confinados bajo protección militar, con trincheras excavadas alrededor de las ciudades para tratar de defenderse de las redadas yihadistas.
A pesar de las fortificaciones, los mercenarios han continuado asestando ataques.
Los residentes que se aventuran a trabajar en sus granjas o recolectan leña han sido asesinados o secuestrados.
Las Naciones Unidas dijeron el viernes pasado que 10,6 millones de los 13 millones de personas en los estados de Borno, Adamawa y Yobe devastados por el conflicto necesitarían asistencia humanitaria este año y agregó que las cifras representan un aumento del 50 por ciento desde el año pasado y el recuento más alto desde el comienzo de la respuesta humanitaria conjunta hace cinco años.