Aydeniz: “Las bases determinarán nuestro rumbo político”

Desde ANF hemos hablado con la co-presidenta del DBP Saliha Aydeniz sobre el proceso de debate tras las elecciones en Turquía.

El movimiento político kurdo de Turquía concurrió a las elecciones parlamentarias del 14 de mayo con el Partido de la Izquierda Verde y no alcanzó la cuota de votos esperada. Tras las elecciones presidenciales del 28 de mayo, los órganos del partido comenzaron a celebrar reuniones internas y anunciaron que habían iniciado un proceso de crítica y autocrítica. En el mismo anuncio se decía que la segunda fase de las deliberaciones tendría lugar en las asociaciones provinciales y de distrito, y la tercera, en público.

Todos los componentes de la política kurda están celebrando reuniones en las provincias y distritos para preparar un nuevo proceso y recibir críticas y sugerencias sobre el terreno. Una de estos políticos que asisten a las reuniones es Saliha Aydeniz, co-presidenta del Partido de las Regiones Democráticas (DBP). Desde ANF hemos hablado con política kurda sobre el proceso de debate en curso.

¿Cómo empezaron las reuniones necesarias tras las elecciones?

En el periodo postelectoral, primero se celebraron reuniones a nivel central. En estas reuniones quedó claro que había que llevar a cabo un amplio proceso de crítica y autocrítica. Partiendo de esta necesidad, hicimos evaluaciones integrales con todas nuestras organizaciones en las provincias y distritos, con los comités ejecutivos de nuestros partidos políticos e instituciones, y con nuestros amigos y amigas que trabajaron activamente durante las elecciones. Acordamos que debía llevarse a cabo un proceso basado en la autocrítica y la crítica. A raíz de las conclusiones que surgieron de las reuniones locales, se decidió llevar a cabo un proceso en el que la población local también participe como sujeto. Estructuraremos el próximo proceso con una serie de reuniones en las que se planteará la determinación de ser un partido popular y de dirigir conjuntamente la lucha del pueblo. A través de la autocrítica y la revelación de las deficiencias e insuficiencias que han quedado al descubierto, surgirá una nueva línea de lucha.

¿Cómo se determinaron la planificación y el contenido de las consultas?

Las reuniones se dividieron en siete regiones. Dentro de estas regiones se formaron delegaciones que incluían co-presidentes y miembros del Consejo del partido. Después se celebraron reuniones en las provincias y distritos. La asistencia a estas reuniones fue del más alto nivel. Las reuniones se celebraron tanto dentro de la estructura específica de mujeres como en general. En ambos casos, la participación de las mujeres fue muy buena y se hicieron aportaciones y observaciones muy serias para evaluar el proceso. Además de la evaluación, también se practicó la autocrítica y se hicieron sugerencias para superar las deficiencias encontradas en el proceso de reestructuración y para dar con nuevos métodos. Estuve en la región de Şirnak. Todavía no hemos tenido la oportunidad de comparar los resultados de todas las regiones en una reunión, pero de las conversaciones mantenidas con las personas parece desprenderse que en casi todas partes se ha alcanzado el mismo nivel y la misma calidad. En todo este proceso de crítica y autocrítica nos hemos incluido, por supuesto, a nosotras y nosotros mismos y hemos evaluado nuestra propia responsabilidad. Partimos de la base de que nuestras estructuras alcanzarán su objetivo como resultado de los debates con la población.

¿Qué puntos criticaron las bases?

El método de designación de candidatos y candidatas antes de las elecciones parlamentarias, el hecho de no tener un candidato o candidata presidencial propio y la cuestión de las alianzas fueron puntos de crítica frecuentes. Quedó claro que nuestra política de la Tercera Vía no fue suficientemente reconocida. Nuestra política de alianzas era estratégica y correcta, pero los errores que cometimos al aplicar esta política se mencionaron con frecuencia a nivel local. Una de las críticas fue que, en lugar de organizar socialmente la Tercera Vía, nos ceñimos a las vías prescritas por el sistema estatal existente. Con respecto a nuestra lucha por la liberación de la mujer, se criticó que no tomáramos como base la voluntad de las mujeres y que no fuéramos lo suficientemente proactivos y, por tanto, careciéramos de libertad. También se criticó que no actuamos de acuerdo con los estatutos. Se criticó que la base local no se ve con voluntad y no toma la iniciativa. También se habló de que las federaciones locales no actúan sin circulares centrales y de que hay una desconexión con la calle. A menudo se planteó la necesidad de fijar la política de forma colectiva y organizada.

¿Cree que estas consultas lograron los resultados previstos?

Las reuniones fueron importantes para reforzar el mecanismo de crítica y autocrítica y encontrar nuestros propios puntos fuertes en relación con la organización. La mayoría de los resultados obtenidos iban en esta dirección. Desde 2014, ha habido un ataque sistemático por parte del Estado contra los miembros de la Junta y los cuadros dirigentes. Esta situación ha provocado un encogimiento, pero más allá de eso hay un estrechamiento de miras dentro de nuestra propia organización. A través de esta autocrítica, llegamos a la conclusión de que podemos salir de este proceso fortaleciendo la organización e implicando más a la gente de base en la práctica. El hallazgo más importante de este proceso fue que no se tomó como base el liderazgo de las personas. El hecho de que se hiciera esta observación es, en mi opinión, un indicio de que nuestras reuniones han logrado el resultado deseado.

Parece que las reuniones continuarán. ¿Qué procedimiento se eligió?

Primero empezamos las reuniones en Ankara. Tras una serie de reuniones con los co-presidentes, el Comité Ejecutivo, los diputados y los miembros del Consejo del partido, se elaboró un calendario para las conversaciones en las provincias y distritos. Los representantes de la oficina central hicieron una introducción, evaluaron el proceso, mencionaron las deficiencias detectadas por la oficina central y luego dejaron la palabra a los presentes en la sala de reuniones. En esto, estábamos en posición de escucha. Las reuniones se basaron enteramente en lecturas locales de los acontecimientos y en la crítica y la autocrítica. Como continuación, celebraremos reuniones populares y utilizaremos el mismo método.

¿Está tomando el movimiento político kurdo un nuevo rumbo como resultado de las reuniones? ¿O hay que mejorar el rumbo existente?

Las demandas, las críticas y el enfoque de la gente en las asambleas determinarán nuestro rumbo en el nuevo periodo o reforzarán y darán forma al rumbo existente. Es demasiado pronto para decirlo. Sin embargo, hay que decir que, en vísperas de las elecciones locales, no sólo nos preocupa ganarlas, sino que creemos que es crucial sentar las bases de una organización a largo plazo. Como DBP, debemos hacernos un reproche autocrítico por no haber sabido responder a este proceso y proporcionar suficiente apoyo ideológico al HDP. Tenemos ante nosotros y nosotras una perspectiva sólida. Esta perspectiva consiste en reconstruir la vida en un marco general. Por supuesto, tenemos carencias. Nuestros partidos políticos e instituciones deberían haber reforzado nuestra política de la Tercera Vía, el pilar social de nuestro modelo organizativo, y haber trabajado sobre una base orientada a la lucha en lugar de una base orientada a las elecciones. Esta vez emprenderemos este camino con la gente para evitar la misma situación. Nuestro camino nos llevará en la dirección trazada por el pueblo y esta vez tendremos mucho cuidado de no cometer errores tácticos a pesar de tener el paradigma correcto.