En una declaración, la Administración Autónoma de Siria del Norte y del Este señala el peligro que representa el Estado turco para la región y a nivel internacional. Si no se detiene a Turquía, habrá aún más destrucción y caos. La comunidad internacional debe intervenir inmediatamente, dice la declaración publicada el domingo y continúa:
"El Estado turco, especialmente desde la fusión de las líneas del nacionalismo turco y el Islam político de los Hermanos Musulmanes a principios del nuevo siglo, ha seguido una política de amenaza, profundización de las crisis y destrucción.
Viola los principios éticos y legales en Siria y sigue la misma política en Irak. Para el Mediterráneo, Europa y Asia, especialmente para Libia y Grecia, esta política representa un gran peligro. En el continente africano, el Estado turco apoya a la Hermandad Musulmana. En Siria, ha jugado un papel negativo y destructivo desde el comienzo de la crisis, y está comprometido con la ocupación, la división y la polarización de la sociedad. Como resultado, el movimiento popular en Siria se ha transformado en un conflicto étnico y sectario. El apoyo de los grupos radicales está impidiendo una solución nacional y política en Siria.
Además, en la guerra entre Azerbaiyán y Armenia, Turquía declaró su apoyo a Azerbaiyán y demostró sus intenciones de ocupación y expansión trasladando mercenarios yihadistas. Bajo el lema "dos estados, una nación", Erdogan hizo de Turquía una parte directa de la guerra.
El Estado turco ha desencadenado crisis que se produjeron en varias ocasiones. Utiliza la enemistad con el pueblo armenio para sus propios intereses y quiere desviar la atención de la crisis interna dirigiendo su atención a los países extranjeros. Profundiza las crisis que podrían ser resueltas a través del diálogo y manipula la opinión pública en el sentido de que una solución sólo puede ser encontrada a través de medios militares. Al hacerlo, pone en peligro la seguridad de la región y del mundo y desencadena un conflicto armado en el Cáucaso.
Como Administración Autónoma condenamos la peligrosa política del Estado turco y declaramos que debe adoptarse una posición seria y práctica contra ella. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la UE, la OTAN y la Liga Árabe deben actuar y detener la política destructiva y criminal de Turquía. Si no hay una reacción a las acciones de Turquía, la destrucción y el caos continuarán.
El Estado turco representa un proyecto en la región que tiene como objetivo la destrucción. Este proyecto es peligroso y amenaza no sólo a la región. Basado en una mentalidad fascista, el estado turco interviene en todas partes e insiste en la guerra. Esto hace necesario que la comunidad internacional intervenga inmediatamente".
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