Una multitud del norte de Siria protestó contra los crímenes del Estado turco en la guerra contra la República de Artsaj y el despliegue de mercenarios yihadistas en Azerbaiyán. Además de armenios, sirios, kurdos y árabes participaron en la acción de protesta frente a la Asociación Armenia.
En los carteles y pancartas se calificó a Erdogan de terrorista y se exigió el fin de la guerra de agresión turca. En nombre de los armenios de Qamishlo, Bakin Xazaryan pronunció un discurso en el que condenó el silencio de la comunidad mundial sobre la actitud agresiva del Estado turco contra Armenia. "El terror de Erdogan en Artsaj es la continuación de la ocupación en Siria", decía la declaración.
Según las cifras oficiales, 600 personas han muerto en el conflicto de Artsaj hasta ahora. El balance real, sin embargo, es probable que sea mucho más dramático. Las partes en guerra afirman haber matado a miles de la otra parte. Azerbaiyán oculta completamente las pérdidas militares y sólo da cifras de víctimas civiles.
Detrás de la agresión azerbaiyana está, sobre todo, el régimen turco del AKP/MHP. Turquía ha enviado tropas mercenarias yihadistas desde Siria al frente contra Armenia y está presente en la región con soldados y oficiales. Hay repetidos informes de ataques aéreos de aviones turcos a posiciones armenias. Los aviones teledirigidos armados turcos también se utilizan en la guerra. De esta manera, Turquía está tratando de ampliar su acceso a los yacimientos de petróleo y gas de Azerbaiyán, para hacer avanzar el proyecto turanista-racista del panturquismo y estabilizarse internamente mediante un expansionismo agresivo.