Cortan 300 olivos en un pueblo de Afrin

Durante los dos años que lleva la invasión de Turquía en Afrin, el estado turco y sus mercenarios aliados han cometido numerosos crímenes y masacres en la región.

El ejército turco y sus mercenarios aliados continúan cometiendo violaciones de derechos humanos y destruyendo la naturaleza en el territorio ocupado de Afrin.

Según fuentes locales, las fuerzas de ocupación han talado al menos 300 árboles en la aldea de Qerqin en el distrito de Shera. 

Antes de eso, las fuerzas de ocupación habían incendiado una tierra forestal de 4 kilómetros de largo en el Monte Hawar. Miles de olivos fueron cortados y vendidos como leña para ser utilizados en invierno.

Según la Organización de Derechos Humanos de Afrin, las fuerzas de ocupación han talado más de 200,000 olivos en la región desde que fue invadida. Según los datos registrados, los invasores saquearon de 3 a 5 millones de árboles. Si bien los civiles han sido blanco de ataques brutales, la historia y el medio ambiente también se destruyen en paralelo.

Solo quedan 160 del total de 300 plantas de olivo en Afrin después de su ocupación. El estado turco hizo rescatar a estas plantas, causando una disminución significativa en la producción de jabón en el cantón. Se ha registrado una disminución del 25 por ciento en la producción de productos comerciales.

Afrin ha estado bajo la ocupación del estado turco y sus aliados mercenarios durante dos años. Los ataques del estado turco contra Afrin comenzaron el 20 de enero de 2018 y la invasión de la ciudad se llevó a cabo el 18 de marzo de 2018. Desde la invasión, los crímenes de guerra se han cometido sistemáticamente en la región. Casi todos los días, se llevan a cabo delitos como la confiscación de bienes pertenecientes a la población local, el secuestro de civiles por rescate, tortura o ejecuciones.

Otras regiones ocupadas en el noreste de Siria están experimentando un destino similar. Las otras áreas bajo el control de la Administración Autónoma han sido blanco de una nueva ola de ataques desde principios de mayo. Los ataques apuntan a la economía de la región y dejaron al menos 100,000 decares de campo de grano y 360 decares de olivar reducidos a cenizas.