Ante el aumento de los casos de coronavirus en el norte y el este de Siria, la Administración Autónoma ha impuesto un confinamiento en Qamishlo, Hesekê y Raqqa, así como cierres parciales en otras ciudades.
Al evaluar la decisión para Raqqa, el doctor Mihemed El Cabir, del Departamento de Emergencias del Hospital de Raqa, dijo que el confinamiento es obligatorio en Raqqa. Señalando que ha habido un grave aumento en el número de casos desde marzo, Cabir dijo: "Nuestro hospital realizó más de mil pruebas en marzo. La infección se detectó en más de 200 personas. Estas cifras son alarmantes para Raqqa".
Afirmando que el hospital ha determinado el programa contra el virus, Cabir añadió que el personal sanitario está haciendo su trabajo con gran devoción. Señaló que están llevando a cabo información de concienciación para las personas con riesgo de contraer el virus. Afirmando que quienes entren en contacto con una persona portadora del virus deben entrar en cuarentena, Cabir subrayó que las personas que se hagan la prueba no deben salir de casa hasta conocer el resultado de la misma.
Llamando la atención sobre el hecho de que hay dos centros de salud en Raqqa, el de Heyva Sor a Kurd y el de El Nehda, Cabir dijo: "Hay una grave crisis económica en la región. El virus que afecta a todo el mundo afectará más aquí. Por lo tanto, todo el mundo debe tener mucho cuidado. Seguiremos estando al frente las 24 horas del día y los 7 días de la semana para desempeñar nuestro papel".