La ciudad de Çilaxa, en el cantón de Cizire, recibió a 82 familias desplazadas de Shehba tras los ataques de los mercenarios de ocupación turcos. El ayuntamiento preparó la escuela Mártir Hussein Ibrahim como refugio temporal para las familias desplazadas.
Las y los desplazados internos llaman a la unidad y a la lucha a pesar del dolor que han sufrido. En medio de los efectos devastadores de los ataques de la ocupación sobre la población, los habitantes de Afrin-Shehba están decididos a proteger su identidad, su existencia y su tierra.
Un reportero de la agencia ANHA entrevistó a varias personas desplazadas que compartieron relatos de la brutalidad de la ocupación turca y sus llamados a la solidaridad y perseverancia para enfrentar a los ocupantes.
Şêxmûs Îzet, residente de la aldea de Basuta, en Afrín ocupado, fue desplazado por primera vez en 2018 a Shehba, pero luego se estableció en Çilaxa después de que mercenarios respaldados por Turquía atacaran Shehba.
Afirmó: "Nuestra resistencia en Afrín durante 2018 duró 58 días a pesar de los incesantes ataques aéreos de los aviones de guerra turcos. Resistimos en Shehba durante siete años, soportando las penurias del desplazamiento debido a nuestra inquebrantable esperanza de regresar a Afrín y expulsar a los ocupantes".
Şêxmûs Îzet detalló su segundo viaje de desplazamiento, relatando los horrores y crímenes que presenciaron, afirmando: "En el camino, vimos los cuerpos de civiles asesinados por los mercenarios. También sufrimos abusos verbales y tortura psicológica".
"En Tel Rifaat, los mercenarios mataron a civiles y ataron sus cuerpos a vehículos, arrastrándolos por la plaza de la ciudad mientras declaraban: 'Este es el destino de cada kurdo' y gritaban: 'Abandonen este lugar; todo lo que poseen es ahora nuestro'", añadió.
Además, enfatizó: "Su objetivo es aniquilar a nuestro pueblo, pero no lo lograrán. Continuaremos resistiendo y luchando por nuestro regreso a Afrín. Afrín es nuestra identidad y nuestra propia existencia. Lucharemos para proteger esta identidad y lograr nuestras aspiraciones".
Ebdulezîz Kamîran, un estudiante desplazado que estudiaba en el Instituto de Lengua Kurda, prometió continuar su educación como una forma de resistencia y firmeza contra los mercenarios.
"Desde la ocupación de Afrín, hemos estado luchando para preservar nuestra identidad y nuestra nacionalidad. Hemos sufrido y sacrificado mucho, pero nunca nos hemos rendido ni doblegado ante el salvajismo de la ocupación turca y sus mercenarios, que pretenden aniquilar a nuestro pueblo y alterar la demografía de nuestra patria", indicó.
Ebdulezîz Kamîran, un estudiante desplazado que estudiaba en el Instituto de Lengua Kurda, prometió continuar su educación como una forma de resistencia y firmeza contra los mercenarios.
"Desde la ocupación de Afrín, hemos estado luchando para preservar nuestra identidad y nuestra nacionalidad. Hemos sufrido y sacrificado mucho, pero nunca nos hemos rendido ni doblegado ante el salvajismo de la ocupación turca y sus mercenarios, que pretenden aniquilar a nuestro pueblo y alterar la demografía de nuestra patria", indicó.
Otro civil desplazado, Wefa Şaman, explicó que no olvidarán los crímenes cometidos por las bandas del estado turco y declaró: “Nuestro vehículo se averió en el camino y los grupos nos bloquearon. Luego tuvimos que continuar a pie hacia Tabqa y Raqa. Nunca olvidaremos las atrocidades cometidas por los ocupantes. Continuaremos nuestra lucha hasta que regresemos a nuestras tierras”.