El norte y el este de Siria tienen las tierras de cultivo más fértiles y muchas fuentes de riego en el país han sido devastadas por la guerra. En particular, muchas plantas diferentes prosperan en la región. Sin embargo, el régimen sirio impuso monocultivos de trigo en Rojava e incluso prohibió plantar árboles sin autorización.

Desde la revolución, la gente del norte y este de Siria ha estado trabajando para diversificar la agricultura. Sin embargo, dado que el estado turco cortó el flujo de los ríos a través de sus presas, el nivel del agua subterránea cayó bruscamente. Las excavaciones no planificadas de pozos profundos de la población también contribuyeron a la sequía. Por lo tanto, la agricultura se ha vuelto cada vez más difícil en los últimos años debido a la falta de agua.

El arroz había sido plantado en Derik durante 50 años. Las lluvias masivas del invierno pasado, sin embargo, ahora permitieron el aumento del nivel del agua subterránea y permitieron el cultivo. Los campesinos ahora están experimentando con el cultivo de arroz y expandirán el área si la cosecha es productiva y la calidad del arroz es buena. Para esto, necesitan el apoyo de los comités de agricultura, ya que es difícil obtener los fondos necesarios debido al embargo.