El ejército turco y sus mercenarios intentan hacer huir a los habitantes de la región de Afrin mediante el terror sistemático. Según el portavoz de la Organización de Derechos Humanos Afrin-Siria, Ibrahim Şêxo, diez civiles fueron asesinados y 96 personas, entre ellas once mujeres y cinco menores, fueron secuestradas por las fuerzas de ocupación en los dos primeros meses.
Además, se destruyeron nueve casas y se talaron más de 5.000 olivos. Şêxo explicó que se pretende destruir la identidad del pueblo de Afrin y dijo: "Se están construyendo mezquitas en los pueblos yazidíes. Se está cambiando la demografía de la región expulsando a la población yazidí".
Régimen de terror bajo la égida de Turquía
Bajo la ocupación turca, se ha establecido un régimen de terror en el antiguo cantón de Afrin. Los bombardeos de las zonas de asentamientos civiles determinan el día a día de la población, los secuestros, las ejecuciones, las torturas, los saqueos y las expulsiones forman parte del día a día de los mercenarios de la potencia ocupante. Según las organizaciones de derechos humanos, casi 8.500 personas de Afrin han sido secuestradas desde el comienzo de la invasión, hace cuatro años. Aproximadamente la mitad de ellas siguen desaparecidas. Los secuestros se han convertido en un modelo de negocio para los islamistas de Ankara, generando lucrativos ingresos. Al mismo tiempo, esto aumenta la presión para desplazar a la población kurda.
718 personas secuestradas en 2021
Según la Organización de Derechos Humanos Afrin-Siria, al menos 718 personas han sido víctimas de secuestro en Afrin en 2021. De ellas, 82 son mujeres y otros 25 secuestrados son niños y jóvenes.