Dos heridos en ataque turco a aldeas en Afrin

El Estado turco continúa sus ataques genocidas contra el norte de Siria en violación del derecho internacional.

El Estado turco invasor lanzó el viernes una ola de fuertes ataques contra las aldeas de Aqîbê y Soxanekê en el distrito Sherawa de Afrin.

Según fuentes locales, dos civiles, identificados como Ferîde Mistefa Berekat, de 23 años, y Şeyma Mihemed Receb Talib, de 29, fueron heridos como resultado del ataque.

Si bien las aldeas de Tatmeraş, Tinbê y Kiştar en el distrito de Shera también fueron bombardeadas, están llegando informes de actividad aérea sobre la región.

Otros ataques de las fuerzas de ocupación tuvieron como objetivo la aldea de Şealê en el cantón de Shehba y la aldea de Rebîat en Zirgan.

El cantón de Afrin era el más occidental de Rojava y del norte y este de Siria, hogar de 200.000 personas de etnia kurda. Aunque la población era abrumadoramente kurda, albergaba diversos grupos religiosos, incluidos yazidíes, alauitas y cristianos, además de musulmanes suníes.

El 20 de enero de 2018, Turquía lanzó ataques aéreos contra 100 lugares en Afrin, como inicio de una invasión que denominaron "Operación Rama de Olivo".

La Fuerza Aérea Turca bombardeó indiscriminadamente a civiles, así como a posiciones de las YPG/YPJ, mientras que facciones y milicias organizadas bajo el paraguas del Ejército Nacional respaldado por Turquía llevaron a cabo un asalto terrestre.

El 15 de marzo, las milicias respaldadas por Turquía habían rodeado la ciudad de Afrin y la habían sometido a bombardeos de artillería. Un ataque aéreo turco alcanzó el único hospital en funcionamiento de la ciudad y mató a 16 civiles.

Los civiles huyeron y las SDF se retiraron, y el 18 de marzo Turquía ocupaba Afrin de facto. Entre 400 y 500 civiles murieron en la invasión, en su abrumadora mayoría como resultado de los bombardeos turcos. Otros civiles fueron ejecutados sumariamente en el campo.

Antes de la invasión turca, Afrin había sido una de las zonas más pacíficas y seguras de Siria, y prácticamente nunca había visto combates durante la guerra civil, salvo escaramuzas ocasionales entre las YPG/YPJ y las fuerzas yihadistas en sus fronteras. Como resultado, Afrin ofreció refugio pacífico a más de 300.000 desplazados internos de otras partes de Siria.