El SOHR pide que se actúe contra las violaciones turcas en las zonas ocupadas

La policía militar turca detuvo a más de 100 civiles, en su mayoría mujeres, en una prisión en el distrito de Rajo, en el campo de Afrin, según el SOHR, y denunció extorsiones, torturas y violaciones graves por parte de las fuerzas turcas.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés) pidió a la ONU y a la UE que presionen al gobierno turco que ocupa el poder para que detenga los abusos contra los civiles.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR) denunció que mujeres de toda Siria han sido detenidas ilegalmente por la policía militar apoyada por Turquía en una prisión del distrito de Rajo, en el campo del cantón de Afrin ocupado por Turquía.

Según fuentes del SOHR, el alcaide de la prisión, el general de brigada "Jarrah Al-Dhabari", practica todas las formas de extorsión contra los detenidos en la cárcel, cobrando beneficios exorbitantes a los detenidos. Los detenidos se ven obligados a comprar las necesidades básicas de comida y bebida seis veces a un precio superior al del mercado. Además, la mayor parte de los detenidos han sido arrestados sin cargos o con acusaciones endebles, como la acusación de inmigración ilegal a Turquía en una huida de los males de la guerra.

El observatorio ha señalado que los funcionarios de la prisión exigen un rescate de entre 700 y 1.000 dólares a los detenidos que llevan varios meses en prisión para ponerlos en libertad, mientras que los que llevan un día en prisión deben pagar una cantidad de 1.000 liras turcas a cambio de su liberación.

Fuentes de la prisión confirmaron al Observatorio Sirio que la prisión está dividida en dos alas. La primera ala es un dormitorio en el que están detenidos al menos 60 hombres. La segunda ala es un dormitorio separado del ala de los hombres y alberga a cerca de 53 mujeres detenidas.

"Los detenidos en la prisión de la "Policía Militar" están sufriendo unas condiciones humanitarias terribles, ya que muchos de ellos no pueden comprar comida y bebida a su costa y sus familiares que acuden a visitarlos dentro de la prisión se ven obligados a pagar 10 liras turcas por minuto de visita, además de ser sometidos a las formas más atroces de tortura por un "Mayor Qusay", que procede de la zona de Al-Houla, en la zona rural del norte de Homs", dijo el SOHR.

El SOHR hizo un llamamiento a las Naciones Unidas y a la Unión Europea para que formen un comité que supervise los derechos humanos en las cárceles de toda Siria, a fin de revelar la suerte de decenas de miles de detenidos y de personas desaparecidas por la fuerza en las cárceles, y para que lleven ante la justicia a todos los que han colaborado en el asesinato y la tortura de civiles sirios.

El Observatorio Sirio también ha pedido que se ejerza presión sobre el gobierno turco, como potencia ocupante, y sobre sus facciones sirias para que pongan fin a las violaciones contra la población civil en las zonas bajo su control, en particular en Afrin y su zona.