Elî Henan: "¡Seguiremos resistiendo!"
Elî Henan, de Afrin, dijo que la vida de los refugiados se está convirtiendo deliberadamente en una prisión. Sin embargo, subrayó firmemente su determinación de seguir resistiendo.
Elî Henan, de Afrin, dijo que la vida de los refugiados se está convirtiendo deliberadamente en una prisión. Sin embargo, subrayó firmemente su determinación de seguir resistiendo.
Elî Henan vive actualmente su tercer desplazamiento forzoso debido a los ataques del Estado turco y sus facciones aliadas contra Shehba y Tall Refaat el 29 de noviembre. Estos ataques le obligaron a él y a su familia a marcharse el 2 de diciembre. Henan habló con ANF sobre la historia de su vida, marcada por repetidos desplazamientos e interminables penurias.
Una vida de desplazamientos forzosos
Henan relató las tragedias que había sufrido su familia, así como el devastador precio de los desplazamientos constantes. Su primer desplazamiento se produjo en 2016, cuando los ataques de las milicias respaldadas por Turquía, en particular el Ejército Sirio Libre, les obligaron a huir de Afrin mientras la violencia se apoderaba de Alepo. Dos años más tarde, en 2018, una nueva oleada de ataques dirigidos contra Afrin volvió a obligar a Henan y a su familia a abandonar su hogar, esta vez reubicándose en Shehba.
Seis años después de ser desplazados de Afrin a Shehba, nuevos ataques el 29 de noviembre empujaron a la familia a huir una vez más. El 2 de diciembre emprendieron viaje a Tabqa. Tras permanecer allí sólo cuatro días, las circunstancias les obligaron a trasladarse de nuevo, esta vez a Hesekê, donde residen actualmente. "No tenemos casa donde cobijarnos ni agua para lavarnos", dijo Henan, describiendo sus terribles condiciones actuales. También destacó la inmensa lucha a la que se enfrentan cientos de familias desplazadas para satisfacer sus necesidades básicas.
Preocupación por los más vulnerables
Henan expresó especial preocupación por su anciana madre, de 70 años, y sus dos hijos pequeños, de 2 y 8 años. Describió los retos diarios que supone protegerlos durante las duras condiciones invernales, sin acceso a una casa adecuada, una calefacción o alimentos suficientes.
Recordó las luchas iniciales al llegar a Shehba en 2018 y cómo lograron soportar las dificultades: "Al principio, nos enfrentamos a dificultades insoportables. Nuestros inviernos transcurrieron bajo embargo, ya que el régimen bloqueó las entregas de combustible e impuso severas restricciones. Pero con el tiempo, gracias a la solidaridad de la comunidad local, aprendimos a valernos por nosotros mismos". Henan habló de los seis años que su familia pasó viviendo en tiendas de campaña, soportando veranos abrasadores e inviernos gélidos, que dejaron profundas cicatrices físicas y emocionales.
Convertimos Shehba en un paraíso
Henan dijo con orgullo que convirtieron Shehba, una zona desolada y desértica, en un lugar habitable. "Transformamos Shehba en un paraíso, inspirándonos en nuestras raíces culturales y en el espíritu de solidaridad. Mediante lazos de vecindad y apoyo mutuo, hicimos habitable la zona".
Sin embargo, justo cuando habían empezado a reconstruir sus vidas, otra migración forzosa hizo añicos su estabilidad. "Todos habíamos conseguido crear algún medio de subsistencia, pero volvimos a ser desplazados", afirma Henan, expresando su rabia y frustración contra el Estado turco y sus aliados.
El peso de empezar de nuevo
Como sastre, Henan había conseguido mantener a su familia a pesar de las difíciles circunstancias. "Tenía una pequeña sastrería y podía llegar a fin de mes", explica. "Pero emigrar nunca es fácil. Significa construir una casa desde cero, asegurar la electricidad, el agua y organizar la escolarización de los niños. Es una serie interminable de dificultades imposibles de contar". Henan señaló que el desplazamiento no es sólo una prueba física, sino también un trauma emocional y psicológico que afecta profundamente a quienes lo sufren.
Seguiremos resistiendo
A pesar de las dificultades, Henan se mantiene firme en su determinación: "Quieren convertir nuestras vidas en una prisión. Intentan doblegarnos y hacer que nos rindamos. Pero por muy difíciles que se pongan las cosas, seguiremos resistiendo".