Mientras el gobierno de Turquía sigue cerrando los cruces fronterizos a los sirios mientras permite que vehículos militares y soldados entren en Siria a través de los mismos cruces, empeorando una situación ya desastrosa en Siria, la gendarmería turca (policía militar) continúa sus atrocidades contra los civiles sirios que buscan un refugio seguro de las devastadoras batallas militares.
En enero de 2022, el SOHR documentó la muerte de tres civiles, incluido un niño, a manos de la gendarmería turca en Qamishlo, Kobani e Idlib. El SOHR también documentó la tortura de otros seis civiles por parte de la gendarmería turca cuando intentaban cruzar a territorio turco.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR) renovó su llamamiento a las Naciones Unidas, al Consejo de Seguridad de la ONU y a la comunidad internacional para que ejerzan la máxima presión sobre el gobierno turco para que ponga fin a sus violentas e ilegales acciones de retroceso contra los civiles sirios que huyen de las operaciones militares en sus zonas. El observatorio también advirtió de los intentos de colarse en Turquía a través de rutas inseguras, a la vista de la escalada de reacciones violentas de la gendarmería turca a lo largo de la frontera entre Siria y Turquía.
El SOHR también pidió "remitir ante los tribunales internacionales los actos de presión de Turquía, que equivalen a asesinatos premeditados, para que todos los responsables y los que ayudaron y facilitaron la matanza del pueblo sirio puedan enfrentarse a la justicia".