Con el inicio de la guerra civil siria y la llegada de mercenarios al país, los otros pueblos de la región, bajo el liderazgo del pueblo kurdo de Rojava, se centraron en la autodefensa y la gestión del orden público.
La Fuerza de Defensa Social (HPC), que se fundó tras la masacre de Qamishlo realizada en 2004 por el régimen sirio, fue el primer paso para la conformación de las fuerzas de autodefensa que vemos hoy en la Revolución de Rojava.
Este sistema, que se desarrolló para defender la existencia, la tierra, la identidad, y la cultura del pueblo, se consolidó bajo el nombre de las Fuerzas de Defensa Social (HPC). Este sistema, que fue establecido con la participación del pueblo en las aldeas, pedanías, barrios, calles y ciudades, puso sobre la mesa un gran ejemplo de sacrificio para proteger la revolución y sus logros.
Individuo organizado, sociedad organizada
La HPC, la fuerza social y oficial en la región, con su conferencia celebrada en Rimêlan en 2015, continúa ahora sus actividades para proteger la revolución y sus logros. ‘Individuo organizado, sociedad organizada’ es el lema de la HPC.
El HPC está compuesto de un 60% de mujeres y ha jugado un papel importante en las aldeas, barrios, y ciudades en especial en el mantenimiento del orden público amenazado por posibles ataques.
Los miembros del HPD, organizados en comunas, son combatientes, miembros de las fuerzas de orden público, y colaboran con las YPG, YPJ y las SDF. Son una autoridad natural para los eventos sociales.
Las fuerzas de defensa popular
El HPC, que ha dado muchos mártires hasta ahora, ha recibido instrucciones recientemente de los pueblos de la región, tras las continuas amenazas de ocupación emitidas por el estado turco, de defender el territorio.
El ejemplo de Serêkaniyê
En cada hogar, hay al menos un chaleco del HPC y una pistola. En Rojava, Serêkaniyê es quizás uno de los lugares donde se lleva a cabo el proceso social de resistencia más amplio. La parte más importante de la resistencia en Serêkaniyê, que fue atacada por los mercenarios vinculados al estado turco en 2013 bajo el liderazgo de al-Nusra, fue realizada por esta fuerza de autodefensa.
'Estamos todos de pie, grandes y pequeños'
En Serêkaniyê, que es ahora uno de los lugares escogidos por el estado turco para atacar de cara a la ocupación del territorio, los miembros del HPC están preparados para cualquier tipo de ataque.
Emine Mihemed Hesen, un miembro del HPC en la ciudad, dice que nunca aceptará la invasión:
“Mientras nos quede una gota de sangre en el cuerpo, resistiremos”.
'Resistimos y resistiremos'
"Estamos todos de pie al igual que ayer. Una vez más, estamos listos para la resistencia, de la misma manera que resistimos en el pasado”, dice Xezal Mistefa – Tenemos una vida, nunca dejaremos nuestra tierra a Erdogan”.
Meryem Qasim, otra miembro del HPC, afirma que se mantendrán unidos:
“Kurdos, árabes, asirios y todos los pueblos estamos codo a codo para defender nuestra tierra. Vivimos en nuestra propia tierra, y lucharemos por ella”.
'Victoria o muerte honrosa'
Los miembros del HPC no tienen la menor duda cuando se trata de resistencia y la defensa de su tierra. Están listos para pagar el precio que haga falta, sea cual sea.
Bermed Hemid Ehmed ha confirmado que resistirán:
“No tenemos miedo a las amenazas de Erdogan. Él se fía de sus aviones. Nosotros somos de aquí y volveremos a nuestra tierra. O victoria o muerte con honor”.