Joven de Dirbêsiyê: "Turquía me ha extirpado el riñón"

El sirio Basil Mihemed Nezir, que fue disparado por soldados turcos en la frontera y llevado a Kızıltepe para recibir tratamiento, declara que le han robado el riñón mientras estaba hospitalizado.

Nacido en la ciudad de Dirbêsiyê, en el noreste de Siria, Basil Mihemed Nezir (27) recibió un disparo de soldados turcos cuando intentaba cruzar la frontera con Kiziltepe hace dos años.

Nezir, que fue torturado a pesar de estar herido, fue llevado bajo custodia a la Gendarmería de Mardin. Nezir fue tratado más tarde en el Hospital Estatal Kızıltepe Fue operado y regresó a Dirbêsiyê con la ayuda de su familia. Después de un tiempo, Nezir comenzó a sentirse mal y fue llevado al hospital.

Nezir nos contó su experiencia en 2017: "Intentamos cruzar la frontera para trabajar, éramos 16-17 personas. Nos vieron y los soldados turcos abrieron fuego hiriéndome en el lado izquierdo del abdomen. Fue una lesión leve. Nos llevaron a la comisaría con mis dos amigos. Me llevaron al hospital. Me durmieron para operar donde me golpearon. Cuando me desperté, tenía dos suturas separadas en mi lado izquierdo y derecho. Luego regresé a Dirbêsiyê con la ayuda de mi familia."

Después de sentirse mal, Nezir fue al hospital y descubrió que le quedaba un riñón. "El Hospital Estatal de Kiziltepe me robó el riñón. Me operaron y cuando me desperté me di cuenta de que tenía dos cicatrices, pero al principio no sentía nada".

Necesidad de investigación

Nezir pidió a las organizaciones internacionales que investigaran su caso. Nezir fue desplazado por el ataque del Estado turco el 9 de octubre. Nezir y su familia, que abandonaron su hogar cuando Dirbêsiyê fue atacado por morteros, están ahora luchando por sobrevivir en una escuela en Hesekê.

La madre de Nezir, Zehra Bedran, dijo que su hijo llevaba dos años viviendo sin riñón y que él tenía media vida. "Mi hijo vive actualmente con un solo riñón. Necesita sangre una vez al mes. Llevo a mi hijo al hospital constantemente. Pagamos entre 30 y 40 mil liras sirias al mes en el hospital. Somos pobres, no podemos permitírnoslo. Ahora no sé cómo cubrir los gastos del hospital".

El robo de órganos no es nuevo

El Observatorio de Derechos Humanos de Siria (SOHR) ya había planteado antes la cuestión del robo de órganos. El 25 de noviembre, tras una explosión en Girê Spî, un menor fue herido y llevado al hospital por soldados turcos. Le extirparon los órganos, dijeron los testigos.

El SHOR hizo un llamamiento a las organizaciones internacionales para que investiguen los hechos, ya que los refugiados que emigraron después de la guerra en Siria, que comenzó en 2011, han planteado en varias ocasiones reclamaciones similares en relación con el Estado turco.