El 15 de febrero es considerado por la sociedad kurda como el ‘Roja Reş’, el Día Negro. La conspiración internacional iniciada el 9 de octubre de 1998, culminó un 15 de febrero en 1999. En el curso de este periodo, el fundador del PKK Abdullah Öcalan, el representante político kurdo más importante y cabeza ideológica del movimiento kurdo de liberación, fue primero declarado persona non grata en Siria y posteriormente tuvo que soportar una odisea de 130 días entre Moscú, Atenas, Roma y Ámsterdam antes de ser finalmente secuestrado en la embajada griega de la capital de Kenia, Nairobi, donde fue entregado a Turquía en violación del derecho internacional. Desde entonces, Abdullah Öcalan ha permanecido incomunicado en la isla-prisión turca de Imrali.
Pero incluso en estas difíciles condiciones, Öcalan está comprometido con la solución de la cuestión kurda. Öcalan es la fuente ideológica del confederalismo democrático, un sistema social democrático y ecologista basado en la liberación de la mujer que actualmente se está llenando de vida en Rojava y en el nordeste de Siria. Un importante trabajo que desarrolló en solitario y que es la hoja de ruta para una alternativa realista con la que poner fin a la guerra entre el Estado turco y el movimiento de liberación kurdo. Sin embargo, las negociaciones llevadas a cabo por representantes del Estado turco con Öcalan fueron interrumpidas por la parte turca en 2015, cuando estaba al alcance de la mano un importante avance para un proceso de paz.
En el 22º aniversario de su secuestro, personas de todo el mundo han salido a la calle para pedir la libertad de Abdullah Öcalan. En el nordeste de Siria, la población se siente cercana a Öcalan desde los primeros días del movimiento de liberación. El líder político kurdo, que pronto cumplirá 72 años, abandonó Turquía un año antes del golpe militar de 1980 y permaneció en Siria durante diecinueve largos años, hasta que vio forzada su salida.
‘Bijî Serok Apo’
Se han realizado manifestaciones en toda la región de la Administración Autónoma del Note y el Este de Siria para condenar el complot del 15 de febrero. El lema central, que hizo temblar el suelo bajo los manifestantes, fue ‘Bijî Serok Apo’ [Viva el líder Apo]. En Hesekê, el lema de la pancarta de cabecera era ‘Un líder libre es la clave de la paz en Oriente Medio’.
En la ciudad de Til Temir, en el valle de Jabur de población predominantemente cristiana, muchos miembros de los consejos militares locales organizados bajo el paraguas de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), así como mujeres jóvenes, marcharon en cabeza.
En Shaddadi se manifestaron principalmente mujeres, pero también acudieron numerosas personas de las localidades vecinas de Erisha, Mergada y Dashisha.
En Hol marcharon cientos de personas. En la zona también se encuentra el campamento de internamiento del mismo nombre, que alberga a miles de miembros del ISIS.
También en Raqqa se organizó una manifestación para protestar por el secuestro de Abdullah Öcalan. La mayoría de los participantes eran jóvenes árabes.
Casi todos los residentes de los distritos kurdos de Sheikh Maqsoud (Şêx Meqsûd) y Ashrafiyah (Eşrefiye) participaron en una acción en Alepo.
En Tabqa se instaló una carpa para protestar con una vigilia. Entre los visitantes se encontraban muchos miembros de las confederaciones tribales locales.
En Deir ez-Zor, el Partido Futuro de Siria, junto con instituciones de la sociedad civil, organizó un seminario sobre los antecedentes del complot de febrero y el aislamiento en la isla-prisión de Imrali.
También hubo acciones el 15 de febrero en otras ciudades como Kobanê, Qamishlo, Amûdê, Dêrik.