El ISIS atacó el jueves por la noche la prisión de Sina, en Hesekê, para hacer huir a sus mercenarios. Desde entonces, se han producido intensos combates en la zona. Al mismo tiempo, el Estado turco ha intensificado sus ataques contra Rojava y Shengal.

Loqman Ehme, portavoz de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, habló con ANF sobre los ataques turcos y el intento fallido de fuga en la prisión de Sina.

Ehme señala que la Administración Autónoma ha sido objeto de constantes ataques desde su creación. La estrecha colaboración entre el Estado Islámico y el Estado turco se puso de manifiesto, por ejemplo, en 2016, cuando las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) lanzaron la ofensiva de liberación en Manbij, ocupada por el ISIS. "En ese momento Azaz y Jarablus también estaban en manos del ISIS -dijo Ehme-, pero el Estado turco no tenía problemas con los islamistas. Cuando lanzamos la ofensiva, el Estado turco comenzó a atacar". La conexión entre el Estado turco y el ISIS se remonta al pasado. Sólo hay que recordar lo que ocurrió en Mosul: cuando el ISIS atacó Mosul, todas las representaciones de los demás países abandonaron la ciudad. Sólo la representación turca permaneció abierta y colaboró con los islamistas. Sabemos que el Estado turco interviene siempre que el ISIS es golpeado. Sus vínculos con el ISIS son profundos. Por ejemplo, la invasión turca de Afrin en 2018 también se hizo coincidir con la derrota del ISIS en Kobanê cuatro años antes."

Rusia también está detrás de los ataques

La invasión turca de 2019 de Girê Spî (Tall Abyad) y Serêkaniyê (Ras al-Ain) se produjo dentro de un marco establecido que Rusia, Estados Unidos y las potencias internacionales habían acordado con Turquía, dice Ehme, y añade que "han estado saliendo desde los ataques en un formato diferente para continuar hasta hoy. Existe un embargo económico. Las aguas del Éufrates y otros ríos se utilizan como palanca, y hay ataques selectivos de drones turcos. Agentes y yihadistas, estructuras del Estado turco, llevan a cabo repetidamente ataques. El reciente ataque a la prisión donde están recluidos miles de islamistas forma parte de este mismo escenario. El hecho de que los ataques turcos coincidan con los del ISIS no se debe únicamente a estas dos fuerzas. Tienen otros aliados en la región. Entre ellos se encuentra sobre todo el gobierno de Damasco. Damasco utiliza constantemente un lenguaje agresivo contra las SDF y la Administración de la Autonomía, llegando incluso a definir a los mercenarios del ISIS, que siguen atacando a las SDF, como una "fuerza de resistencia". El último ataque del ISIS, al igual que el veto ruso contra la apertura del paso fronterizo de Til Koçer (ar. Al-Yarubiyah) y el cierre de las fronteras con las zonas controladas por el régimen y el paso de Sêmalka hacia el Kurdistán del Sur, forma parte de la guerra a varios niveles contra la Administración Autónoma. El sistema de autogobierno es objeto de constantes ataques por parte de los regímenes sirio y turco porque constituye la base de la paz, la libertad y la fraternidad en la región. Es bien sabido que Rusia también está detrás de esta agresión".

Las potencias internacionales no están haciendo su trabajo

La prisión del Sina no es adecuada para el encarcelamiento de terroristas y sólo se utiliza por falta de alternativas, explica Loqman Ehme y recuerda que la Administración Autónoma lleva tiempo pidiendo un tribunal internacional para los criminales del ISIS. A día de hoy no ha habido ninguna respuesta positiva a esta demanda. Según Ehme "nadie ha asumido realmente la responsabilidad de crear una prisión adecuada para los mercenarios del ISIS. Además, no se está haciendo nada con respecto al embargo y la pobreza en la región. Sumando todos estos factores, el reciente ataque del ISIS era previsible.

Miles de familias del ISIS también están alojadas en el campamento Hol. La Administración Autónoma exige su regreso a sus países de origen, pero nadie responde. Además de una inmensa carga económica, esto conlleva un grave problema de seguridad. Asimismo, los ataques masivos del Estado turco y sus mercenarios suponen una grave amenaza para la seguridad. El Estado Islámico se beneficia de ello. Hemos afirmado en varias ocasiones que el ISIS no ha sido eliminado y que sigue representando una gran amenaza. Eso también se ha ignorado sistemáticamente. El último incidente ha dejado claro una vez más que el ISIS se está organizando muy activamente a través de células encubiertas y sigue siendo una gran amenaza.