Según un comunicado del Consejo Militar de Manbij, el Estado turco y grupos afiliados bombardearon con obuses las aldeas de Ewn Dadat, Hoşeriyê y Toxarê en el cantón.

El Estado turco y sus grupos también bombardearon las aldeas de Hesacik, Werdiye, Hasîn, Xirnêta y Elî Qerê en el cantón de Afrin-Shehba. No estaba inmediatamente disponible información detallada sobre los ataques en ambas regiones.

Las escenas de violencia y los ataques, que a menudo se saldan con muertos y heridos, son una amarga realidad en la región autónoma del norte y el este de Siria. Rojava vive una guerra que se libra con distintos grados de intensidad desde 2016, tras las invasiones turcas que provocaron grandes pérdidas entre 2016 y 2019, además de las periódicas ofensivas aéreas que han paralizado casi por completo la infraestructura de las zonas autónomas. El hecho de que Ankara haya podido mantener su curso agresivo y cometer crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos en el contexto de sus aspiraciones imperialistas de ampliar la zona de ocupación en Siria, al tiempo que viola sistemáticamente el derecho internacional humanitario, se debe también a la ignorancia generalizada de la comunidad internacional sobre el terrorismo de Estado que su socio está infligiendo a la población del norte y el este de Siria.