Decenas de mujeres se reunieron en el campamento de Serdem, en el cantón de Shehba, portando banderas de la Unión de Mujeres Jóvenes, fotografías del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan y pancartas que decían "La revuelta de las jóvenes es una venganza".

La declaración fue leída en árabe por Gulê Cimo, copresidente del Comité de Juventud y Deportes de la Región de Afrin, quien dijo: "Las mujeres han luchado por el bien de la sociedad en todos los ámbitos de la vida a lo largo de la historia. Decenas de mujeres activistas y movimientos feministas han optado por la resistencia. Las mujeres, que han impuesto muchas cosas al estado y a las sociedades internacionales con sus luchas, han aumentado la resistencia".

La declaración subrayó: "A medida que aumenta la lucha de las mujeres, también aumenta el odio a la mentalidad masculina que domina el mundo política y militarmente".

La declaración añadía: "Esta mentalidad ha utilizado a las mujeres para sus propios intereses a través del poder, el estado y la economía. La violencia ha aumentado en todo el mundo y ya no puede ocultarse". Durante la pandemia de coronavirus, dijo la declaración, "la violencia directa e indirecta, el asesinato, la violación, el suicidio, el secuestro y la migración han aumentado. Afrin ha sido testigo de primera mano de todos estos crímenes. Aquí estos crímenes contra las mujeres están siendo cometidos por los mercenarios afiliados al AKP".

La declaración también recordaba que "los incidentes de suicidio y asesinato en las regiones del norte y el este de Siria han aumentado, así como nuestras responsabilidades organizativas, nuestra resistencia y nuestra lucha contra esta mentalidad sucia".

Las mujeres de Afrin "piden a la comunidad internacional, a las organizaciones de derechos humanos, a los movimientos feministas que tomen medidas contra los crímenes cometidos. Porque sólo unos pocos acuerdos, leyes y artículos no son suficientes para salvar a las mujeres de su sufrimiento".