El pueblo kurdo resiste día y noche la tecnología de guerra más moderna, desde aviones de combate F-16 hasta drones asesinos, tanques y artillería. Salen a las calles sin pausa. Fueron quemados en el cine Amûdê y privados de su identidad, pero aún no han olvidado su lengua y su cultura. A pesar de la política baazista del "cinturón árabe", el pueblo de Rojava no ha perdido su estructura social. El pueblo siempre se ha renovado y ha seguido creciendo con sus raíces profundas. Estas personas siguen manteniéndose firmes hoy.

Los que siguen a Öcalan no se someterán bajo ningún concepto

El líder kurdo Abdullah Öcalan, totalmente aislado hoy en la isla prisión de Imrali, declaró: "Me siento tan solo como mi pueblo". Esta soledad se ha convertido en nuestra maestra de vida. Las razones de nuestra soledad se revelan entre las cuatro paredes de su celda en Imralı. La razón de su aislamiento es la misma que la del aislamiento de todo el pueblo kurdo. Pero así como el líder Öcalan no aceptó la esclavitud, quienes lo siguen tampoco la aceptarán. Están dispuestos a sacrificar cualquier cosa. Las personas que siguen este camino se enfrentan hoy en día a uno de los mayores ejércitos de la OTAN en Rojava. Tal vez no tengan nada que comer, tal vez nada que beber, pero no se someterán bajo ninguna circunstancia. Ésa es su postura honorable y digna.

La inmoralidad de la guerra ya no puede ocultarse

¿No ha cambiado el presidente turco Erdoğan toda la agenda turca? Hemos visto al ejército de ocupación turco atacar silos de cereales y objetivos civiles. El régimen del AKP/MHP acusa ruidosamente a Israel de atacar mezquitas. Cuando el ejército turco atacó Rojava con aviones de combate F-16, no sólo se mancharon de sangre páginas del Corán, sino que también se bombardearon cementerios en Rojava. No se pueden justificar los ataques a Rojava y al mismo tiempo agitarse contra los ataques de Israel; el régimen no podrá ocultar la naturaleza inmoral de esta guerra.

Los colaboradores apoyan al Estado turco

Lamentablemente, también hay colaboradores que apoyan al Estado turco. Los gobernantes turcos conocen esta línea traidora y la han utilizado en todo momento. Aunque Rojava nunca antes había sido atacada con tanta violencia, los traidores han entrado en una carrera para condenar los actos de los valientes luchadores que sacrificaron sus vidas por la libertad con mayor dureza. No han dicho una sola palabra sobre los ataques del fascismo colonial turco y sus medios los han ignorado. Siempre que los kurdos corren peligro de ahogarse en sangre, estos oportunistas ven la oportunidad de obtener ganancias.

Nadie puede romper este libre albedrío

No importa lo que hagan, esta causa ya ganó. Los kurdos están obligando al mundo ciego a ver la verdad y escuchar su demanda de una vida digna. No dependen de nadie. El enemigo y sus colaboradores están cayendo ahora en el hoyo que cavaron con sus propias manos. Están tropezando ante la voluntad del pueblo kurdo, que resuena en todo el mundo. Nadie puede romper este libre albedrío. Con esta postura, Rojava saldrá victoriosa.