El Gabinete de la Internacional Progresista publicó una declaración sobre el pueblo de Siria y su constante búsqueda de la soberanía, la dignidad y la autodeterminación.

Al señalar que los sirios tienen el derecho inalienable a la libre determinación, tal como lo afirma la Carta de las Naciones Unidas, el Gabinete de la Internacional Progresista declaró: “Sin embargo, el colapso del gobierno de Bashar al-Assad, después de décadas de levantamientos civiles, ocupación militar y guerra híbrida, ha visto a potencias externas, tanto cercanas como lejanas, secuestrar ese derecho, arriesgando la ruina de la nación y los derechos de sus pueblos”.

La declaración continuó: “Por un lado, Recep Tayyip Erdoğan de Turquía arma y avanza con sus fuerzas aliadas para capturar territorio, aplastar a las comunidades kurdas y destruir el proyecto democrático que han pasado una década organizando en el noreste de Siria.

Por otro lado, el israelí Benjamin Netanyahu está impulsando sus fuerzas de ocupación hacia el sudoeste de Siria, bombardeando su infraestructura, atrayendo sus tanques a la capital y promoviendo una visión renovada de un Gran Israel que se adentra en el territorio soberano sirio.

Mientras tanto, las potencias de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se preparan para rehabilitar la imagen de los antiguos miembros de Al Qaeda de Hay'at Tahrir al-Sham (HTS), aprovechando su marcha victoriosa hacia Damasco para expulsar a los refugiados que una vez buscaron asilo en sus países.

Mientras muchos sirios celebran su liberación de las celdas de Assad y la reunión de familias separadas, el país ahora corre el riesgo de entrar en una dinámica centrífuga familiar, con consecuencias desastrosas para sus pueblos.

El pueblo kurdo, por ejemplo, ha advertido sobre las crecientes amenazas a la soberanía de Siria y ha expresado su demanda de detener la agresión turca y proteger los territorios mayoritariamente kurdos de sus violentas incursiones.

Esas advertencias no podrían ser más urgentes. Siria enfrenta hoy amenazas envalentonadas de saqueo imperial y sueños irredentistas de expansión territorial, que contradicen los principios básicos de la Carta de las Naciones Unidas.

Desde el Gabinete de la Internacional Progresista, apoyamos firmemente al pueblo de Siria en su constante búsqueda de la soberanía, la dignidad y la autodeterminación”.