Hace tres años, el Estado turco ocupó las ciudades del norte de Siria de Girê Spî (Tal Abyad) y Serêkaniyê (Ras al-Ain) tras brutales ataques. Ambas ciudades quedaron casi completamente destruidas en octubre de 2019. Desde la ocupación por parte del ejército turco y sus mercenarios, se han cometido múltiples crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos contra la población autóctona en las zonas ocupadas, incluido el desplazamiento forzoso con el objetivo de asentar allí a las familias de las milicias de los terroristas.
Como antes en Afrin, los ocupantes turcos también están impulsando el cambio de la estructura demográfica en Girê Spî. Más de 100.000 personas han sido desplazadas desde la ocupación del cantón y viven en condiciones extremadamente precarias como refugiados y refugiadas en las regiones de Raqqa, Tabqa, Ayn Issa y sus alrededores. Más de 6.000 personas fueron alojadas en un campamento de acogida creado por el Consejo Cantonal de Girê Spî en Tell Samin, al norte de Raqqa, en 2019.
Tierras de desplazados confiscadas por ocupantes
Después de que los ocupantes turcos y sus mercenarios desplazaran a la población, confiscaron sus propiedades y las tierras. Toda la población se ha visto afectada por los crímenes de guerra cometidos por el Estado turco. Por ejemplo, muchas escuelas de las zonas ocupadas han sido cerradas y convertidas en bases militares. Como resultado, miles de niños, niñas y jóvenes no pueden ir a la escuela.
Borrado histórico: destrucción de emplazamientos históricos y saqueo de tesoros culturales
Con el fin de borrar la historia de los territorios ocupados, el Estado turco destruye deliberadamente los lugares y monumentos históricos y da a los ladrones de tumbas la oportunidad de saquear estos emplazamientos. Las imágenes de los regentes otomanos y de los presidentes del Estado turco están pintadas en las colinas que rodean Girê Spî, visibles desde lejos. Los ocupantes saquean las pertenencias de la gente para expulsarla. Esto es delito según el derecho internacional.
Miembros del ISIS asentados deliberadamente en la zona ocupada
Desde la ocupación del cantón de Girê Spî, los miembros del ISIS y sus familias que habían residido previamente en Turquía han sido elegidos para asentarse en las zonas cuyos residentes fueron previamente desplazados por los militares turcos y sus mercenarios. Las milicias habían aterrorizado previamente a la población que vivía en las zonas ocupadas y cometido crímenes contra la humanidad. Tras el ataque de Turquía, los miembros del ISIS se instalaron en los hogares de las personas que habían sido desplazadas por los ocupantes.
Los grupos radicales de Pakistán y las sectas chiíes han creado escuelas en la zona ocupada, dirigidas por el servicio de inteligencia turco MIT. A principios de junio, se documentó una visita a estas escuelas del muftí de los Hermanos Musulmanes, Usama al-Rifai. Las escuelas se crearon para reavivar el terror yihadista en la región y para formar a los hijos e hijas de los miembros del ISIS en este sentido.