Las personas desplazadas han encontrado refugio en las escuelas convertidas en centros de acogimientos en las ciudades aledañas y en campamentos establecidos por la Administración Autónoma.

Las familias, que habían sido sometidas a la migración forzada desde Gire Spi y Serekaniye, han descubierto un gran ejemplo de solidaridad en Manbij. El pueblo de Manbij ha abierto sus casas a las 380 familias que han llegado a la ciudad.

Selma Abdulqadir (45), madre de 3 hijos, fue de Serêkaniyê a Manbij y ha afirmado a ANHA que el pueblo de Manbij les dio una casa para que se quedaran. Abdulqadir recordó que el Estado turco y sus mercenarios bombardearon sus casas. "El llamado Ejército Nacional Sirio -dijo la mujer- está formado por grupos de mercenarios vinculados a Turquía. Ellos saquearon nuestras propiedades y mataron a personas".

Eyşê Îbrahîm (38), madre de 5 niños que huyeron del pueblo de Til Xidir en Girê Spî, expresa que nunca podrán olvidar al Estado turco y a sus mercenarios bombardeando sus casas. "El Estado turco -dijo- bombardeó a los civiles mientras que el mundo les permitió hacerlo".

Afirmando que huyeron al oeste de Girê Spî para salvar a sus hijos, Îbrahîm añadió: "Fuimos de pueblo en pueblo. Nos movimos hasta que encontré un lugar seguro para mis hijos". Îbrahîm dijo que finalmente pudieron compartir una casa con algunos parientes en Manbij y añadió que su único deseo es poder volver a sus hogares lo antes posible.