“No abandonaremos nuestra patria”
Los y las combatientes del norte y el este de Siria, apoyadas por la población, libran una resistencia histórica en las líneas del frente contra los ataques turcos.
Los y las combatientes del norte y el este de Siria, apoyadas por la población, libran una resistencia histórica en las líneas del frente contra los ataques turcos.
Los y las combatientes del norte y el este de Siria, apoyadas por la población, libran una resistencia histórica en las líneas del frente contra los ataques turcos. Luchan contra el Estado turco como lo hicieron contra el régimen baazista. Desde el 8 de enero, la gente de diferentes ciudades del norte y el este de Siria celebran una vigilia en la presa de Tishreen para protestar contra los continuos ataques de Ankara y sus facciones mercenarias y yihadistas. Hasta ahora, los ataques a la presa han matado a 22 civiles y herido a docenas de personas.
Todas las zonas del norte y el este de Siria se han convertido en zonas de resistencia. Las mujeres de Zirgan (Abu Rasin), una ciudad del cantón de Jazira, han pasado toda su vida resistiendo. Yazî Xelef, de 90 años, y Meryem Hamid, de 70 años, son dos de ellas.
Yazî Xelef, que perdió a su marido hace ocho años, tiene 12 hijos y 29 nietos. Aunque vive sola en Zirgan, está decidida a no abandonar su ciudad natal. “No tengo miedo de los bombardeos de Erdogan”, dijo a JINHA. “No quiero que me maten en uno de ellos. Erdogan ha utilizado todas las formas de represión contra nosotros -denunció-. Han muerto muchos jóvenes. Siento que se me queda la comida atascada en la garganta porque los que han muerto en los ataques turcos eran nuestros hijos”.
Yazî llamó la atención sobre los intentos del Estado turco de invadir el norte y el este de Siria: “No estamos en territorio de Turquía, así que ¿qué hacen (las fuerzas turcas) en nuestro territorio? Este territorio es nuestra patria y no abandonaremos nuestra patria a pesar de los continuos ataques turcos. Me quedaré aquí hasta que muera”.
Meryem Hamid, madre de nueve hijos, nació y creció en Zirgan. “Mi marido y mi hijo fueron asesinados mientras defendían su patria -contó-. Mi marido fue asesinado mientras luchaba contra ISIS en Manbij. Mi hijo fue martirizado en Qandil y ni siquiera recibimos su cuerpo. Ambos fueron martirizados mientras defendían la dignidad de nuestra patria. Por lo tanto, me quedaré en nuestra patria hasta el final”.
FUENTE: Sorgül Êxo / JINHA / Traducción y edición: Kurdistán América Latina