El secuestro, la tortura y las masacres ocurren a diario desde la ocupación de la ciudad por Turquía y sus aliados mercenarios, en marzo de 2018.

Según fuentes locales, la última víctima de esta brutalidad fue Mihemed Umer Hemdûş (73), sometido a tortura por los mercenarios vinculados al estado turco ocupante.

Las fuentes también indicaron que como resultado de la tortura en sus manos y pies, Hemdûş sufrió varias fracturas.

El ejército turco invasor y sus aliados mercenarios también asesinaron a un civil llamado Hemade Hisên Henîf de la aldea de Bilîka, en el distrito de Raco, el lunes.

Aún se desconoce el destino de cientos de civiles de Afrin secuestrados por el ejército turco y sus mercenarios.