El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó que dos milicianos del ISIS detuvieron un autobús que transportaba mujeres que trabajaban en tierras agrícolas cerca del cuartel general de las Fuerzas Democráticas Sirias en la ciudad de al-Baseerah, en el campo de la provincia de Deir ez-Zor. Los yihadistas ordenaron a las mujeres del autobús que se pusieran el velo facial y que no usaran maquillaje. Según las mujeres, los milicianos también amenazaron con matar al conductor si volvía a transportar a las mujeres sin velo.
El incidente coincide con la continua actividad del ISIS en las zonas controladas por las SDF en general y en el campo del este de Deir ez-Zor en particular.
El ISIS se reorganiza
Desde hace meses, el ISIS, que se creía derrotado, emerge con mayor intensidad, tanto en Irak como en Siria. Sin embargo, los yihadistas no sólo se benefician de la pandemia del Coronavirus, sino también de los conflictos de la región, de los que Turquía es directamente responsable o está implicada. Sobre todo, el ISIS se ha visto masivamente reforzado por la invasión turca del norte de Siria que comenzó en octubre de 2019. Los yihadistas que habían logrado escapar al desierto en la región fronteriza sirio-iraquí en el curso de la ofensiva de liberación "Tormenta Cizire" de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) pudieron reorganizarse en gran medida sin obstáculos. Desde entonces, los ataques y atentados suicidas de las células del ISIS, así como los tiroteos, son cada vez más frecuentes en la región.
En Irak, los lugares de Salahaddin, Diyala, Nínive y Kirkuk están especialmente afectados. Los ataques se dirigen principalmente contra objetivos militares, como las fuerzas armadas iraquíes y la alianza de milicias chiíes Hashd al-Shaabi, también conocida como Fuerza de Movilización Popular. Sin embargo, los Peshmerga del sur del Kurdistán y la población civil también son objetivos frecuentes del ISIS. En Siria, las células de la milicia actúan principalmente en regiones orientales como Deir ez-Zor.