Mientras el Estado turco continúa su campaña genocida contra el noreste de Siria, que se ha intensificado desde la caída del régimen de Assad, los ataques selectivos contra civiles han dejado decenas de personas muertas o heridas en las últimas semanas.
El 28 de enero, un UCAV (vehículo aéreo de combate no tripulado) turco bombardeó el mercado público de Sirrin, dejando 12 civiles muertos y otros 13 heridos.
Ehmed Muyeser al-Reman, de 8 años, que resultó herido en el ataque, estaba recibiendo tratamiento en un hospital de Raqqa desde entonces. El niño perdió la vida el jueves, lo que eleva el número de muertos a 13.
El Estado turco ocupante lleva 59 días intensificando sus ataques contra el norte y el este de Siria, causando importantes daños a la población local y destruyendo infraestructuras.
Según la Junta de Salud de la Administración Autónoma Democrática del Norte y Este de Siria, 41 civiles murieron y otros 258 resultaron heridos en los ataques llevados a cabo por el Estado turco entre el 8 de enero y el 1 de febrero (25 días).
Entre el 8 y el 30 de enero, en los ataques contra la presa de Tishrin, 23 personas murieron y 220 resultaron heridas. Por otra parte, entre el 8 de enero y el 1 de febrero, en distintas ciudades del norte y este de Siria, 18 personas murieron y otras 38 resultaron heridas.