Nûdem apoya a 30.000 personas con discapacidad en Rojava
La asociación Nûdem presta apoyo a más de 30.000 personas con discapacidad en el Norte y el Este de Siria. Al mismo tiempo, aboga por un cambio de conciencia en la sociedad.
La asociación Nûdem presta apoyo a más de 30.000 personas con discapacidad en el Norte y el Este de Siria. Al mismo tiempo, aboga por un cambio de conciencia en la sociedad.
Según cifras oficiales, más de 30.000 personas con discapacidad viven en las regiones de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES).
Antes de la Revolución de Rojava, la discapacidad solía significar exclusión social. Con la revolución surgieron iniciativas para personas con discapacidad.
En 2021 se fundó la asociación Nûdem, que promueve la participación de las personas con discapacidad mediante la educación, la divulgación y el apoyo material e inmaterial.
Desde ANF hemos hablado con la portavoz de Nûdem, Davyan Mehmûd, sobre el trabajo de la asociación. Mehmûd nos explicó que los principales objetivos de la asociación son sensibilizar a la sociedad, y formar y apoyar a las personas con discapacidad, implicando también a sus familias.
Los municipios como centros de educación
En el norte y el este de Siria existe un sistema de democracia basada en consejos. La unidad más pequeña de gobierno autónomo es el municipio. Consta de cincuenta a más de cien hogares y representa la institución más importante. Los municipios son también lugares de educación.
Davyan describió la labor de Nûdem en este contexto: "Cuando se fundó la asociación, se determinó el número de personas con discapacidad que vivían en el Norte y el Este de Siria. Los municipios se dedicaron entonces a educar y sensibilizar a la sociedad. Antes, las personas con discapacidad no tenían cabida en la sociedad. No podían participar en la vida cotidiana ni integrarse en la sociedad. A menudo, las propias familias aislaban a sus hijos e hijas de la sociedad. A menudo no apoyaban a los niños y las niñas, sino que se avergonzaban de ellos. Sin embargo, ahora podemos decir que esta situación puede mejorarse educando a la sociedad y a las familias de las personas con discapacidad mediante la labor educativa de expertos y psicólogos en los municipios. Las familias acuden a Nûdem para recibir ayuda y solidaridad, y formarse en el trato con personas discapacitadas."
Creación de empleo
Davyan contó que había médicos y profesionales que ofrecían asesoramiento educativo y psicológico, y añadió: "La condición sine qua non para una sociedad consciente y sensible es la educación. Por eso, nuestro primer paso fue iniciar una labor educativa para sensibilizar a la sociedad. La comunicación y la sensibilización ocupan un lugar destacado en los cursos de formación que impartimos en comunidades y familias con discapacitados. Las personas con discapacidad reciben una formación integral. Pueden recibir formación técnica, por ejemplo, en el uso de ordenadores y para habilidades manuales. También se ofrece formación lingüística básica. Como resultado de estas ofertas educativas, se crea un área de trabajo, dependiendo de las condiciones respectivas, o trabajos voluntarios en nuestro centro."
Inclusión social
Davyan explicó que están en contacto directo con personas discapacitadas y sus familias, y afirmó: "Muchos de los afectados nunca han salido de casa. Nuestros asesores psicológicos van a ver a las familias y hablan con ellas. Aceptamos a todas las personas que quieran venir a nuestro centro. No queremos que queden marginadas o aisladas de ningún modo en la sociedad. Nuestro trabajo consiste en involucrar y proporcionar educación a los niños y niñas que no pueden ir a la escuela. Es necesario mostrar este sentido de la responsabilidad durante toda la vida.
Proyecto de un centro de fisioterapia y educación
Los nuevos proyectos se inician en función de las necesidades. En particular, deben construirse nuevos edificios teniendo en cuenta las condiciones de vida de las personas con discapacidad. Hemos presentado nuestra postura, sugerencias y proyectos sobre este tema en muchos lugares y estamos a la espera de futuras ayudas. La ayuda de las instituciones y organizaciones internacionales es muy limitada. En nuestra región hay más de 30.000 personas con discapacidad. El número es bastante elevado. Los proyectos deseados no pueden realizarse sólo con ayuda regional. Por eso necesitamos el apoyo de instituciones y organizaciones internacionales. Queremos crear conciencia en este sentido. Nuestra prioridad es abrir un centro de fisioterapia y formación. Necesitamos ayuda urgente para que este proyecto pueda realizarse. Además, todos los años se exponen artesanías y obras de arte de personas discapacitadas. Esto también sirve para integrarlos en la sociedad. La gente ve lo que pueden hacer, ellos se sienten orgullosos de sí mismos y cambia la visión que la sociedad".
El voluntariado
Nûdem ha recibido un gran interés y apoyo de la sociedad, dijo también Davyan, que continuó: "Tenemos miembros voluntarios en todas las ciudades. A través de estos miembros, llegamos a la gente allí donde vive y nos aseguramos su apoyo. También organizaremos campamentos en un futuro próximo. Nuestro objetivo es empoderar a las personas con discapacidad mediante nuestro apoyo. Muchos de los afectados y afectadas tenían poca confianza en sí mismos y pensaban que eran incapaces de hacer nada y no tenían oportunidad de participar en la vida social. Nûdem les mostró lo que podían hacer y aumentó su confianza. Organizar a las familias y a la sociedad, concienciarles y cambiar su perspectiva han dado confianza en sí mismos a los discapacitados y discapacitadas. Muchas personas que han tenido problemas de confianza en sí mismas por cómo las ven sus familias y la sociedad han superado esta situación.
El voluntariado para apoyar a estas personas es esencial. Hay mucha necesidad pero poco apoyo exterior. Casi todo lo proporcionan las instituciones y organizaciones de la región. Nuestro objetivo es crear espacios de vida para las personas con discapacidad, pero tanto las condiciones de la guerra como la escasez financiera de la región dificultan inevitablemente este desarrollo. La sociedad debe apoyar a las personas con discapacidad y hacerles sentir que está de su lado".
Sensibilización
Fehîme Esed, miembro del Comité de Educación de Nûdem, declaró: "Nuestra prioridad es sensibilizar a las familias. Queremos que puedan responder a las necesidades de las personas con discapacidad. Nos dirigimos a todos los sectores de la sociedad, no sólo a las familias afectadas. Cuanto mayor sea la sensibilidad de la sociedad, mejor podrán incluirse en la vida e integrarse todas las personas".
Educación desde la lengua hasta la artesanía
Fehîme explicó que los programas educativos abarcan desde cursos de idiomas en kurdo, árabe e inglés hasta formación profesional, artes y oficios, trabajos informáticos y conocimientos técnicos, y describió el plan de estudios de la siguiente manera: "Los cursos ofrecidos se adaptan según el grupo de edad. Además, se tiene en cuenta el estado de salud de cada persona antes de iniciar el programa educativo. Se crea un plan individual y otro de grupo. También se organizan clases de arte. Los productos resultantes se presentan al público en exposiciones. Así es como las personas descubren sus propios talentos. Desarrollan el sentimiento de ser capaces de crear algo por sí mismas".
Estamos en un estado de guerra permanente. Es difícil tener en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad a la hora de reconstruir. No es fácil rehacer una región. Resulta aún más difícil cuando se hace en condiciones de guerra.
Fehîme Esed señaló que las carreteras, escuelas, hospitales, etc. databan de la época del régimen del Baaz. Por tanto, se construyeron sin tener en cuenta la necesidad de accesibilidad. El cambio es difícil de conseguir: "Estamos en un estado de guerra permanente. Es difícil tener en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad a la hora de reconstruir. No es fácil rehacer una región. Resulta aún más difícil cuando se hace en condiciones de guerra".
Antes de venir al centro, estaba cansada, desesperanzada y no tenía alegría de vivir.
Newroz Ehmed, de 17 años, vive con una discapacidad desde que nació.
Dijo: "Nûdem me ofreció la oportunidad de formarme. Soñaba con trabajar con una cámara y recibí formación pertinente y sobre muchos temas relacionados con ello; así se desarrollaron mis habilidades. Antes de venir al centro, estaba cansada, desesperanzada y no tenía alegría de vivir. Pero gracias a Nûdem, me aferré a la vida. Soy miembro voluntario desde hace un año. Ya no me siento discapacitada y puedo decir que he ganado conciencia y paz gracias a la formación. Tengo una discapacidad física, pero he llegado a la conclusión de que puedo hacerlo. Ahora ayudo y cuido a otras personas con discapacidad".
He superado las barreras y me siento cómoda apoyando a otras personas con discapacidad.
Mihemed Ebbas, de 22 años, dijo que, debido a su discapacidad, antes no podía ni salir de casa y no tenía contacto con la sociedad.
"La visión que la sociedad tenía de nosotros y nosotras era muy problemática, sobre todo la actitud de mis amigos. Con la fundación de Nûdem, la sociedad se sensibilizó notablemente. La gente se puso en contacto con nosotros y nosotras y pudimos participar en la vida. Antes no tenía amigos, pero ahora las cosas son diferentes. Mi actitud hacia mí mismo y mi perspectiva de la vida han cambiado. Me he dado cuenta de que una discapacidad física no es un obstáculo y de que puedo hacer cualquier cosa. He superado las barreras y me siento cómoda apoyando a otras personas con discapacidad".