Desde principios de octubre, el ejército turco ha atacado cada vez más las infraestructuras civiles y a la población civil en el Norte y el Este de Siria. Han muerto numerosos civiles, así como muchos miembros de las fuerzas de defensa y seguridad. Pero a pesar de los crímenes de guerra y de la ilegalidad de los ataques según el derecho internacional, la comunidad internacional guarda silencio.
Desde ANF hemos hablado con Adalet Omer, presidenta del Consejo de Mujeres de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, sobre la situación de la región en el contexto internacional. Omer ha declarado: "Nuestro pueblo, a pesar de la mendacidad y la hipocresía del mundo, resiste y supera las dificultades de la guerra. Si quieres vivir en libertad, la resistencia es el único camino".
Atacaron a la población civil.
Omer sitúa los actuales ataques en un contexto más amplio, afirmando que "los ataques llevados a cabo por el Estado turco, que comenzaron el 5 de octubre, tienen como objetivo los medios de subsistencia de la población. El objetivo son los asentamientos civiles y las infraestructuras vitales. Los funcionarios del gobierno turco declararon abiertamente al mundo que estos lugares serían atacados, y así lo hicieron. Atacaron a la población civil. Y además, atacaron instalaciones de las fuerzas de seguridad que garantizan la estabilidad en la región. Por ejemplo, fue atacada una unidad antidroga de la Asayish dejando 29 muertos.
El fin de estos ataques es expulsar a la población y facilitar así la ocupación de la región. Turquía quiere ampliar sus regiones ocupadas y trazar las fronteras de acuerdo con el Pacto Nacional Otomano (Misak-i-Milli). El Estado turco intenta cambiar la composición demográfica de la región expulsando a la población que ha vivido en estas tierras durante siglos. Mercenarios y familiares de los mercenarios son instalados en las zonas ocupadas en lugar de los residentes originales. Con la ayuda de estos grupos mercenarios, el Estado turco quiere materializar sus planes".
Pero el expansionismo no es el único objetivo, ha afirmado la representante de la Administración Autónoma: "Aquí la gente vive unida y solidariamente. La gente gestiona la región por sí misma y toma decisiones por sí misma. Es un sistema en el que el pueblo se organiza, no necesita un gobierno externo. Este proyecto no es un proyecto de mentalidad de dominación. Precisamente por eso se teme el proyecto de la nación democrática, basado en el gobierno autónomo. Se está librando una guerra contra un sistema de gobierno y organización autónomos de la sociedad. Porque el control de los sistemas dominantes sobre el pueblo es cada vez más débil. Y para impedir que este modelo se fortalezca aún más, se masacra a la población y se destruyen las infraestructuras de la región."
Las potencias internacionales ni siquiera respetan las leyes que ellas mismas redactaron.
Omer también ha hablado de la responsabilidad de Turquía en la persistencia de la crisis en Siria desde el inicio de la Primavera Árabe: "El Estado turco apoyó a grupos mercenarios y grupos criminales de todo tipo, sumiendo así a la región en una crisis y una catástrofe permanentes. Los mercenarios y sus suministros llegaron a la región a través de Turquía. Actualmente, Turquía sigue apoyando a estos grupos mercenarios en los territorios ocupados. El asentamiento de mercenarios y los ataques de los ocupantes violan el derecho internacional. Lamentablemente, se guarda silencio sobre los ataques, violaciones, saqueos y masacres de la población civil en los territorios ocupados. Este silencio continúa incluso ante los graves ataques actuales. Las potencias internacionales ni siquiera respetan las leyes que ellas mismas redactaron. El Estado turco ha violado completamente el derecho internacional. ¿En qué ciudad o país se está produciendo tanta destrucción ante el silencio internacional, se atacan zonas residenciales e instalaciones civiles y se masacra a civiles? ¿Quién guarda silencio al respecto? Estas son las preguntas. Cuando se trata del Norte y el Este de Siria, todo el mundo calla. Este silencio supone permitir que el Estado turco cometa más crímenes. Esto no es otra cosa que complicidad. Porque este sistema en el que la gente se organiza afecta a los intereses de las potencias hegemónicas, en la medida en que la gente toma conciencia de sí misma y se organiza.
La gente de otros países también se siente conmovida y ya no está dispuesta a permanecer en silencio frente a quienes detentan el poder. Una sociedad consciente que se organiza puede vivir sin Estado. Esto ya se ha demostrado en el Norte y el Este de Siria. Por esta razón, los Estados intentan crear una sociedad débil y esclavizada que sea fácil de gobernar. Los Estados, que siempre han intentado manipular a la sociedad, han tomado el control incluso de las necesidades básicas más simples de la sociedad, como el pan y el agua."
La solución a los problemas de Oriente Medio no es la guerra. Aquí hay un sistema en el que nadie mata ni niega a nadie, y en el que todos pueden vivir con su propia lengua y cultura.
Omer también ha comentado los planes de Estados Unidos y Rusia para la región: "Están intentando moldear no sólo el Norte y el Este de Siria, sino también Oriente Medio según sus planes y proyectos. Su principal objetivo es beneficiarse de los recursos de Oriente Medio. En este contexto, podemos ver claramente que están intentando preparar el terreno para enfrentamientos religiosos, étnicos y culturales entre los pueblos. Los intentos del fascismo turco de invadir e intervenir en las regiones autónomas del Norte y el Este de Siria tienen como objetivo crear las bases para un conflicto interno kurdo-árabe. Esto es especialmente cierto en la región de Deir ez-Zor. Por otra parte, aunque muchos Estados son miembros de la Coalición Internacional contra el ISIS, también son en cierto modo cómplices de muchos crímenes de guerra que se producen en la región. El Estado turco sigue intentando en muchos ámbitos debilitar el sistema de gobierno autónomo que se ha creado. Al debilitar la región, las potencias hegemónicas intentan reforzar su propia fuerza. Por eso los pueblos de Oriente Medio necesitan el proyecto de la nación democrática tanto como el pan y el agua. El sistema de la nación democrática es el único en el que los pueblos pueden vivir libremente su lengua, su cultura, sus tradiciones y sus costumbres. Muchos países ya han intentado intervenir en Oriente Medio utilizando diversos métodos, pero en lugar de resolver los problemas, no han hecho más que agravarlos. La solución a los problemas de Oriente Medio no es la guerra. Aquí hay un sistema en el que nadie mata ni niega a nadie, y en el que todos pueden vivir con su propia lengua y cultura".
Si quieres vivir en libertad, la resistencia es el único camino.
Para finalizar, Omer ha señalado: "Los ataques turcos no han dejado de aumentar en los últimos años. Esto va de la mano de un nuevo plan para ocupar la región. En respuesta a los ataques, la gente ha tomado las calles y dado una clara señal de resistencia. La gente ha dicho que, pase lo que pase, no abandonará su país. Este pueblo tiene un gran espíritu de lucha. Lleva en lucha desde el comienzo de la revolución y sigue organizándose. A pesar de la hipocresía del mundo, nuestro pueblo resiste superando todos los problemas de la guerra. Si quieres vivir en libertad, la resistencia es el único camino. Esta lucha crecerá cada vez más".
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