Más civiles han sido secuestrados en la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, ocupada por el ejército turco y mercenarios aliados desde hace más de tres años.

Según informes desde el terreno, tres civiles han sido secuestrados en el distrito de Mabata y otros dos en el distrito de Jindires de la ciudad ocupada.

Las fuerzas de ocupación secuestraron el domingo a Ciwan Mistefa Şêxo (18 años) y a Ruken Mistefa Şêxo (24 años) en la aldea de Jalama, en el distrito de Jindires. Las consecuencias de ambos siguen siendo desconocidas.

Hoy mismo, la llamada "policía militar", una estructura de violencia y crimen establecida por el Estado turco tras la ocupación de Afrin, y el grupo mercenario respaldado por Turquía Liwa Mihemed El-Fatih secuestraron a tres civiles en el distrito de Mabata.

Mientras que dos de los secuestrados, Elî Mihemed Şeban (42 años) y Ebdo Xelîl (50 años), fueron llevados a la prisión de Marate, Mihemed Xelîl (70 años) habría sido liberado a cambio de un rescate de mil dólares tomado de su familia.

Se ha establecido un régimen de terror en Afrin, que está bajo la ocupación turca desde marzo de 2018. Crímenes como el secuestro, la ejecución, la tortura, el saqueo y el desplazamiento forzoso se han convertido en rutina diaria en la ciudad.

Según el portavoz de la Organización de Derechos Humanos de Afrin, İbrahim Şêxo, al menos treinta y siete civiles fueron secuestrados en julio. Şêxo declaró que la estructura demográfica en Afrin sigue cambiando, y añadió que veintiuna casas y lugares de trabajo fueron confiscados por diversas razones el mes pasado. Şêxo también señaló que a las personas que se hacen cargo de las tierras de sus familiares no se les permite arar. Además, se han confiscado productos agrícolas y olivos en casi treinta pueblos.