Nerervan Nergiz, de la agencia de noticias ANHA, creó un impresionante reportaje fotográfico sobre la ciudad siria del norte de Til Temir (Tal Tamr), cuyos habitantes han sido declarados terroristas por el estado turco y están sujetos a ataques permanentes.

Las campanas de la iglesia y el sonido del azan resuenan en la ciudad.

Sirios, armenios, kurdos y árabes han construido una vida juntos. Sus tiendas, sus casas y lugares sagrados están en vecindario directo.

Los disparos hacen eco en los pasillos de las escuelas todo el tiempo. Los niños de diferentes religiones, etnias e idiomas están en la misma situación.

Aunque muchas clases están vacías: los niños prosperan y están llenos de esperanza en el aula a pesar de esta atmósfera amenazante.

 

Los niños están en la escuela, las madres en la calle, los hijos y las hijas en el frente.

En las unidades de defensa de Til Temir, los árabes y los kurdos están uno al lado del otro.

 

 

 

Dos tumbas una al lado de la otra: en pocos días llegaron dos mártires, un kurdo y un árabe.

En el funeral de un luchador kurdo en Til Temir.

 

 

En el funeral de un luchador árabe en Til Temir.

 

 

Se pueden escuchar lamentaciones kurdas y árabes sobre la ciudad. Los diferentes grupos de población se unen en la lucha común y el dolor común.

 

Es casi imposible capturar el dolor de una madre que ha perdido a su hijo en una fotografía.

Una familia árabe, desplazada por las tropas del llamado Ejército Nacional Sirio (SNA), intenta establecerse en una casa sin ventanas y puertas y protegerse del frío y la lluvia.

Las personas están unidas en espíritu.

Aunque las personas en la ciudad hablan diferentes idiomas y tienen diferentes identidades culturales y religiosas, la población siempre se une. Al conmemorar a los mártires de la ciudad, la gente comparte su dolor justo cuando celebran la Navidad juntos en la iglesia al día siguiente.

 

 

 

 

A medida que la vida continúa, las sombras se ciernen sobre la ciudad.

 

Estas sombras son visibles en el aire y en el suelo. Las tropas rusas intentan hacer sentir su presencia en cada oportunidad. Cuando los helicópteros dan vueltas sobre la ciudad, los niños hacen el signo de la victoria.

Aunque la amenaza es grande y la tensión corre por toda la ciudad, la vida continúa en Til Temir.