Cuando el estado turco invadió el norte de Siria el 9 de octubre con sus milicias yihadistas del "Ejército Nacional Sirio" (FSA), comenzó la expulsión de unas 300.000 personas. Muchos de ellos vinieron de las ciudades de Girê Spî (Tal Abyad) y Serêkaniyê (Ras al-Ain), lugares que ahora están bajo el dominio de los yihadistas y el ejército turco. Los habitantes de las ciudades huyeron a áreas protegidas por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), incluida Raqqa. Algunas de estas familias perdieron a sus hijos mientras huían, otras en los ataques. Todos están pidiendo el fin de los ataques de Turquía para volver a casa.
"Fuimos atacados directamente por la artillería"
Sultan al-Mahmoud, de 38 años, cuenta cómo las granadas de artillería turcas impactaron directamente en las casas de la población civil: "Logramos escapar con nuestras vidas. El fuego de artillería apuntaba directamente a la población civil. La mayoría de nosotros huimos a diferentes regiones. Cuando creíamos que finalmente habíamos llegado a un territorio seguro, las granadas atacaban nuevamente directamente a nuestros pies. De esta manera, cambiamos de pueblo nueve veces.
"Perdí a mi hijo de 12 años mientras huía"
Los aviones de combate nos perseguían. Nuestros hijos tenían mucho miedo del ruido. Nueve de mis hijos todavía estaban conmigo hasta que llegamos a la aldea, pero cuando me di la vuelta y volví a mirar detrás de mí, mi hijo Henan Ahmed de 12 años ya no estaba con su hermano. Sobrevivimos a los ataques mortales, pero el hecho de que perdí a mi hijo me duele infinitamente.
"El suelo es nuestra cama, el cielo es nuestra manta"
Huimos con lo que vestíamos. No pudimos llevar nada con nosotros. Ahora el suelo es nuestra cama y el cielo es nuestra manta".
"Tres de mis hijos han desaparecido"
La historia de Şemsê al-Mahmoud, de 79 años de edad, no es muy diferente: "Tenía tres hijos, me visitaban regularmente. Después del ataque turco escuché gritos y carros conduciendo. Dispararon proyectiles de artillería en el área. Fui a casa y una vez más esperamos a nuestros hijos. Luego bombardearon nuevamente. Salí de la casa y salí de la ciudad con la ayuda de mis vecinos. Perdí el contacto con mis tres hijos. Todavía no he tenido noticias de ellos".
"Han saqueado las casas de la gente"
El hombre de 79 años responsabiliza a Estados Unidos de la invasión de Turquía: "Terminé sin hogar, ¿qué debo hacer, a dónde debo ir? ¿Turquía y Estados Unidos quieren masacrar a la gente aquí? ¿Quieren repetir lo que pasó en Afrin? Cuando salí de casa, lo vi con mis propios ojos. Vinieron tras nosotros con sus barbas y ropa negra. Fueron de casa en casa y empacaron las propiedades de la gente en sus vehículos.
El mundo entero debe ver esta injusticia contra la gente. Estados Unidos ve exactamente los crímenes de Turquía aquí, por lo tanto, debe hacerse responsable conjuntamente de estos actos".