Anod Faris Hesen proviene del pueblo de Boncog en Qamishlo, norte de Siria. Es madre de siete hijos y con la ayuda de su hijo, quien se graduó de la facultad de bellas artes, pudo redescubrir y desarrollar su propia habilidad para pintar. Ahora es bien conocida como artista y ya ha tenido diez exposiciones de sus pinturas.
Sus sueños se hicieron realidad en 2011
Hesen le dice a la agencia de noticias ANHA que ha estado pintando desde su infancia, pero debido al papel que la sociedad asignó a las mujeres, nunca pudo desarrollar la habilidad. Después de que su hijo terminó su educación en arte, alentó a su madre y la ayudó a desarrollar su talento. Hesen es sastre de profesión, pero ha estado desarrollando sus habilidades artísticas desde 2011.
Ella miró a su hijo y se convirtió en pintora
Hesen observaba atentamente a su hijo mientras pintaba y elegía los colores. Ahora pinta sobre las mujeres kurdas, la naturaleza, la resistencia en el norte y el este de Siria y las relaciones dentro de la sociedad. A veces trabaja durante días en una pintura, explica: "Trato de llevar mis pensamientos al lienzo. Es por eso que a veces sucede que trabajo en una pintura durante días, mientras termino otras en cuestión de horas. Trato de mostrar el sufrimiento de las mujeres, la opresión y la lucha contra ella. Si una persona quiere alcanzar su objetivo, entonces nadie puede detenerlo. Por eso llamo a las mujeres a superar todos los obstáculos y perseguir sus talentos y deseos".
La mujer de 60 años ya ha sido premiada por sus pinturas por el Comité de Arte y Cultura de Cizîrê.
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