Rusia pide la repatriación de los menores del campamento de Hol

El representante de Rusia en la ONU ha pedido a la comunidad internacional que traslade a los niños del campamento de Hol, en el noreste de Siria, a sus países de origen. Los Estados no deben distinguir entre "buenos y malos padres", dijo.

El representante adjunto de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Gennady Kuzmin, ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que traslade a sus países de origen a los niños que se encuentran en el campo de detención y refugio de Hol, en el noreste de Siria. "Los Estados están obligados, en virtud del derecho internacional y también de la Convención sobre los Derechos del Niño, a recuperar a sus ciudadanos y a tomar medidas para evitar que los hijos de sus nacionales se conviertan en apátridas", dijo Kuzmin el viernes durante una reunión de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU titulada "Impacto de la pandemia del COVID-19 en los abusos contra los niños en situaciones de conflicto armado".

No debe haber distinción entre "los buenos y los malos padres", dijo Kuzmin, y subrayó que los países de origen deben mostrar responsabilidad por los niños en Hol Camp y garantizar su regreso seguro a casa. Las autoridades rusas tratarán de evacuar activamente a los menores procedentes de países en los que hay conflictos armados, dijo. Incluidos aquellos que han sido "reclutados" o cuyos padres han sido "reclutados por terroristas", añadió el diplomático ruso.

Según Kuzmin, Rusia repatrió a 145 menores de países de Medio Oriente en un año. Desde 2017, dijo, un total de 274 niños de entre 2 y 16 años han sido repatriados desde Irak (122), así como desde Siria (152). Más recientemente, en abril, la administración autónoma del norte y el este de Siria entregó a una delegación de la Duma 35 huérfanos cuyos padres eran miembros del ISIS y tenían la ciudadanía rusa. La entrega se hizo a la comisaria rusa de Derechos del Niño, Anna Kuznetsova.

Unos 31.000 menores en el campamento de Hol

El campamento de detención y refugiados de Hol, en el este de Hesekê, es uno de los lugares más peligrosos del mundo y se considera un símbolo de la negativa de la comunidad internacional a responsabilizarse de las familias del ISIS. El campamento está completamente superpoblado con más de 62.000 personas; además de los refugiados, hay decenas de miles de familiares de yihadistas del ISIS procedentes de 52 naciones. La mitad de los residentes son menores de edad.