Muchas personas de distintas regiones de Siria han emigrado a Rojava para encontrar allí una vida mejor. Salih Hussein Khadir (Xidir) es una de estas personas. Este padre de ocho hijos procede del pueblo de Sheria, cerca de Hama. Tiene 57 años y 26 de experiencia en la agricultura de invernadero. En Rojava trabaja con su mujer y su hija en una cooperativa agrícola de Rimêlan. Las cooperativas son un elemento central de la economía de Rojava, basada en la solidaridad.

En 1998, Khadir dejó su pueblo de Sheria y se trasladó a Tartus para trabajar en la agricultura. A medida que la crisis se agravaba, las condiciones allí eran cada vez más difíciles. Así que Khadir volvió a su pueblo en 2014. Sin embargo, y debido a los intensos bombardeos, solo permaneció allí nueve días. Desesperado, se fue con su familia a un campo de refugiados en Idlib.

Desde ANF hemos entrevistado a Khadir. "Dondequiera que miráramos, nos cerraban las puertas y las condiciones miserables nos dificultaban la supervivencia", relata Khadir. "Uno de mis hijos estaba en Rojava, así que nos fuimos allí, a Rimêlan, en 2015. En 2016, pude seguir trabajando aquí en los invernaderos. Vinimos porque queríamos una vida segura y estable. Las condiciones de trabajo también eran buenas. Aquí hay un ambiente de trabajo diverso".

Autosuficiencia alimentaria

Khadir ha informado de que, antes de la introducción de los invernaderos, había que importar productos agrícolas a Dêrik, Girkê Legê y Rimêlan, y ha proseguido: "El cultivo en invernaderos se ha extendido en el Norte y el Este de Siria, y las importaciones han disminuido considerablemente. El cultivo en invernaderos debe extenderse aún más para garantizar la autosuficiencia. Nuestros productos no contienen hormonas, y consideramos que nuestro principio es crear una sociedad sana utilizando métodos agrícolas naturales. Con el cultivo en invernaderos, podemos ofrecer a nuestra población hortalizas más baratas que los precios actuales del mercado. De este modo, reducimos los problemas económicos de la gente de aquí".

No podía encontrar nada mejor para la seguridad de mis hijos que Rojava.

Khadir ha subrayado que la vida ha cambiado para él y su familia en Rojava. "Buscábamos una vida en la que pudiéramos respirar, y la encontramos en Rojava. No podía encontrar nada mejor para la seguridad de mis hijos que Rojava. Sirvo a la gente de aquí cultivando verduras sanas en el invernadero, lo que me hace muy feliz. En esta cooperativa trabajan seis familias. Trabajo solidariamente en el invernadero, llevamos una vida pacífica".