Llegan más informes sobre los crímenes cometidos por el ejército turco y los mercenarios aliados en las regiones que han ocupado en el noreste de Siria, violando el derecho internacional. Los bombardeos de asentamientos civiles, los asesinatos, las torturas y los secuestros se han convertido en una rutina en las zonas ocupadas.

Según informes desde el terreno, los residentes del cantón de Girê Spî (Tal Abyad), en el norte de Siria, ocupado por el ejército turco y las bandas aliadas desde octubre de 2019, salieron a la calle ayer, 7 de enero, en protesta por el empeoramiento de las condiciones de vida, los altos precios de la electricidad, el problema de la calefacción y las ilegalidades cada vez mayores. Las fuerzas de ocupación intentaron atacar la manifestación.

Por otra parte, mercenarios apoyados por Turquía han secuestrado a 6 personas que participaban en la protesta, con el argumento de que se oponían al consejo local y al gobernador.

El Estado turco ha establecido un régimen de terror en los territorios que ha invadido junto con los grupos yihadistas bajo su control. Crímenes como el secuestro, la ejecución, la tortura, el saqueo y la migración forzosa se han convertido en una rutina diaria y se cometen sistemáticamente crímenes de guerra, especialmente en el cantón de Afrin, ocupado desde marzo de 2018.

Los secuestros de civiles forman parte de la rutina diaria. En la mayoría de los casos, se exige un rescate para su liberación. En los últimos años, miles de personas han sido secuestradas y torturadas. Algunas han sido ejecutadas, el destino de otras es desconocido.