El Estado turco y su ejército reclutado entre el ISIS y otros grupos han aumentado sus ataques de invasión contra zonas residenciales en el norte y el este de Siria en los últimos días, en un momento en que las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) lanzaron una operación a gran escala para garantizar la seguridad del pueblo contra los mercenarios en Deir ez-Zor.
Grupos afiliados a Ankara llevaron a cabo ataques terrestres contra muchas aldeas en el norte y oeste de Manbij a principios del 1 de septiembre, Día Mundial de la Paz, matando a cuatro niños en la aldea de Mihsenli, ubicada en el noreste de Manbij.
En un balance publicado el 10 de septiembre, el Consejo Militar de Manbij declaró que, tras la finalización exitosa de la Operación en Deir ez-Zor, la ocupación turca y sus mercenarios intensificaron sus agresiones en un intento de aliviar la presión que nuestras SDF ejercían sobre terroristas y grupos armados, desestabilizar la seguridad y la estabilidad de Manbij y provocar conflictos y dividir a sus componentes.
“A pesar de afrontar ataques a gran escala dirigidos específicamente a zonas civiles seguras, que provocaron la trágica pérdida de vidas inocentes, incluidos niños y mujeres, nuestros valientes combatientes del Consejo Militar de Manbij demostraron un valor excepcional. Frustraron con éxito todos los intentos de infiltración de los mercenarios, causándoles pérdidas sustanciales. En particular, entre las víctimas se encontraban miembros del ISIS, lo que lo confirman las insignias en sus vestimentas”, informó el Consejo Militar de Manbij.
Según el balance, 53 atacantes han muerto, 127 han resultado heridos y nueve vehículos militares han sido destruidos en la última oleada de ataques en la región. Por otra parte, al menos cinco civiles han muerto, cuatro han resultado heridos y dos han sido secuestrados en los ataques orquestados por el Estado turco. Tres combatientes del Consejo Militar de Manbij han muerto y tres han resultado heridos desde principios de mes.
El 12 de septiembre, dos niños resultaron heridos cuando estalló una bomba sin detonar en Manbij. Los dos hermanos en edad de ir a la escuela primaria estaban cuidando un rebaño de ovejas en la aldea de Al-Jarad, al norte de la ciudad, cuando explotó una bala de cañón disparada por el ejército turco. Fueron trasladados al hospital de Manbij con heridas leves en las piernas.