El político del PYD Aldar Xelîl habló con ANF en Qamishlo sobre temas de actualidad. Xelîl hizo un balance de los continuos ataques del Estado turco contra el norte y el este de Siria, el nuevo fortalecimiento del Estado Islámico y las elecciones locales en la región autónoma que han sido aplazadas varias veces.

Los ataques del Estado turco contra la región continúan. Los ocupantes están utilizando todos los medios para ampliar sus ataques. ¿Qué puede decir al respecto?

El Estado turco, y en particular el régimen del AKP-MHP, ve su existencia en la destrucción de los kurdos. Ven su existencia en la liquidación del proyecto democrático. Según su lógica, si el proyecto de nación democrática se aplica aquí y el pueblo kurdo obtiene sus derechos y puede vivir libremente como los demás pueblos, significará el fin de los turcos. ¿Por qué tienen tanto miedo? Porque la creación de la República de Turquía se basó en la aniquilación de los kurdos.

Kurdos y turcos fundaron juntos esa república. Pero, ¿qué ha hecho el Estado turco? Ha olvidado sus promesas a los kurdos y ha llevado a cabo una política de masacre y genocidio. Los kurdos fueron atacados y había que aniquilarlos para que no reclamaran sus derechos. El Estado turco ha vivido con este miedo durante cien años. El pueblo kurdo tiene derechos legítimos. Han vivido aquí durante miles de años y tienen su propia historia, cultura y lengua. Si nos fijamos en las excavaciones e investigaciones históricas, podemos ver las civilizaciones que han construido en esta región.

El Estado turco tiene miedo de esta realidad. Se revelará que los turcos no son los dueños de esta región, que vinieron de fuera y que saquearon y masacraron a kurdos, asirios, armenios y muchos otros pueblos. Esto es lo que realmente teme el Estado turco. Por eso, para ampliar su ocupación y extender su dominio sobre todos los pueblos, considera a los kurdos como su principal enemigo. No sólo quiere conservar lo que tiene, sino también ocupar nuevos territorios. De este modo, cree que puede proteger su propia existencia.

El Estado turco piensa de la siguiente manera: Tras el final de la Primera Guerra Mundial, se trazaron nuevos mapas en la región. Según estos mapas, el Imperio Otomano perdió los territorios que antes controlaba. El Imperio Otomano fue destruido. En la actualidad, el Estado turco planea reocupar los territorios perdidos por los otomanos durante la Primera Guerra Mundial.

Hay guerra y conflicto en la región, y existe un problema de seguridad. El Estado turco quiere exacerbar este conflicto y este entorno de inestabilidad permanente. De este modo, quiere ampliar su territorio en la región. Su objetivo es construir una gran Turquía. Y con ello quiere matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, conquistar las zonas kurdas y exterminar a los kurdos y, por otro, ampliar las fronteras del Estado turco. Quiere ocupar Rojava y Başûr.

Desde el comienzo de la Primavera de los Pueblos, el Estado turco trata de impedir que se establezca aquí una administración nueva y diferente. No quiere que surja un sistema democrático en Siria. Por eso apoya a los grupos yihadistas y los hace trabajar para él. Utiliza a estas bandas como mercenarios en todas partes, desde Somalia a Libia, en Azerbaiyán e incluso en la lucha contra las guerrillas. En Siria, los mercenarios tienen su base en Idlib, Afrin, Girê Spî y Serêkaniyê, y se mantienen preparados y entrenados para nuevas operaciones. El Estado turco no quiere que surja una república democrática de Siria. Siria debe permanecer para siempre en manos de las bandas porque Turquía cree que así puede hacer realidad su sueño otomano.

El ISIS se ve alentado por los ataques del Estado turco y aprovecha también el vacío creado por la guerra entre Israel y Hamás para reorganizarse. Dado que la Administración Autónoma y las FDS están ocupadas contrarrestando los ataques del Estado turco, la lucha contra el ISIS se ha debilitado. Los Estados internacionales afirman que luchan contra el islamismo, pero guardan silencio sobre los ataques del Estado turco que están fortaleciendo al ISIS. ¿Cómo valora esta situación?

El ISIS es conocido en todo el mundo como una organización extremista y fascista. Supuestamente actúa en nombre del Islam, pero fue creada por estas potencias. Con el ISIS, toda la región se ha desestabilizado. Todo el mundo hace política a través del ISIS. Hace diez años, controlaba partes de Siria e Irak. Cuando el Estado turco lo dirigió a Rojava, fue detenido por primera vez en Kobanê por el YPJ y el YPG. El mundo entero ha visto que nadie más fue capaz de hacerlo. Desde la victoria en 2019, ya nadie se preocupa por ISIS. Ahora todos lo utilizan para su propia política. Colocan a ISIS donde quieren y lo fortalecen o bloquean a su antojo. Uno de estos poderes que utilizan a ISIS es, por supuesto, el Estado turco. El líder secreto de ISIS es Erdoğan, que está tratando de fortalecer y revivir la organización terrorista en las circunstancias actuales. Su objetivo es bloquear el proyecto de nación democrática.

Quiere impedir que se extienda el proyecto de libertad. El Estado turco apoya al ISIS, pero no el proyecto de la nación democrática, ni la libertad de las mujeres, ni la unidad de los pueblos. Lo hace deliberadamente para continuar con sus planes y proyectos a través del Estado Islámico.

Las elecciones locales en el norte y el este de Siria tuvieron que aplazarse varias veces y ahora está previsto que se celebren el 8 de agosto. ¿Cómo deben evaluarse las elecciones?

Como es sabido, la revisión del Contrato Social estuvo en el orden del día durante dos años. Se formó una comisión compuesta por 158 personas de todos los sectores de la población del norte y el este de Siria. A finales del año pasado, se aprobó y anunció este nuevo acuerdo. La Administración autónoma organizará y reestructurará su sistema de acuerdo con este contrato. Uno de los cambios afecta a los municipios. Para que los municipios presten mejores servicios, hay que crear un nuevo sistema. No puede ser que un solo partido venga y presente su propio sistema. Para ello, todas las instituciones públicas de la región deben unirse para dar forma a sus propios municipios. Esto no tiene nada que ver con cuestiones políticas ni con la unidad del país. Tiene que ver con los servicios. Es algo que tiene que ver con la vida de la sociedad y depende de las condiciones locales. 

Pero el Estado turco y sus socios no lo aceptan. Están en contra de las elecciones. Porque si se refuerza el nivel local, se sirve mejor a la gente. Se resuelven los problemas, se fortalece la organización de la sociedad, se establece el autogobierno local. El Estado turco no quiere eso. Les asusta y afirma que los kurdos quieren establecer un nuevo Estado y que Siria se derrumbará.

Las elecciones locales son sólo un primer paso. El segundo paso, y el más importante, es reestructurar los consejos y los municipios para descentralizar la administración. Sin embargo, hay deficiencias en los preparativos. Algunas cosas no han podido aplicarse a tiempo. Son cosas muy prácticas. En toda revolución surgen dificultades. Las elecciones deben celebrarse de forma transparente y democrática y ser un ejemplo de democracia.