¿Hacia una Siria federal?
La demanda de los kurdos por un gobierno federal en Siria ha venido ganando impulso a medida que la alarma se extiende entre las minorías de ese país por las matanzas masivas de alauitas del mes pasado.
La demanda de los kurdos por un gobierno federal en Siria ha venido ganando impulso a medida que la alarma se extiende entre las minorías de ese país por las matanzas masivas de alauitas del mes pasado.
Partidos kurdos sirios rivales, incluida la facción dominante en el noreste del Kurdistán de Siria, acordaron el mes pasado una visión política común, que incluye el federalismo, según fuentes locales. Y este sábado en la ciudad de Qamishlo, el Consejo Nacional Kurdo consolidó este logro histórico.
“Se ha llegado a un acuerdo sobre la fecha para la convocatoria oficial de la conferencia sobre la unidad y la posición kurdas el sábado 26 de abril, como un paso importante y una obligación política que refleja las aspiraciones de nuestro pueblo kurdo en Siria”, informó en un comunicado la Presidencia del Consejo Nacional Kurdo.
Con el acuerdo de las diversas fuerzas políticas kurdas sirias sobre una visión común sobre Siria, la cuestión kurda ha pasado a una nueva fase. Esta vez, las negociaciones serán directas entre una delegación conjunta de kurdos, y el gobierno central en Damasco.
El diálogo tiene como objetivo intentar consolidar todas las demandas que los kurdos quieren ver transformadas en derechos constitucionales en el nuevo Estado sirio, entre ellas la posibilidad de un sistema federal que garantice la autonomía kurda.
“Comenzaremos a negociar ahora y, con una postura unida, negociaremos con el gobierno de Damasco para que los kurdos puedan obtener sus derechos”, dijo Mazloum Abdi, comandante de las fuerzas lideradas por los kurdos de Siria (FDS).
“El federalismo conduciría a una Siria más fuerte en el futuro”
Suleiman Oso, funcionario del Consejo Nacional Kurdo, argumentó durante la conferencia del sábado que “los Estados federados son más fuertes en sectores como el económico y el militar” en respuesta a la resistencia que produce la palabra “federalismo” en Damasco e incluso entre algunas comunidades kurdas.
Durante años, el gobierno kurdo de Siria ha evitado el uso del término “federalismo” al describir sus objetivos, abogando en su lugar por la descentralización.
Asimismo, el presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, quien proviene del grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), ha declarado su oposición a un sistema federal. En entrevista a la revista británica The Economist en enero, Al Sharaa dijo que un sistema federal “no tiene aceptación popular y no es lo mejor para los intereses de Siria”.
Los kurdos tomaron el control de aproximadamente una cuarta parte del territorio sirio durante los 14 años de guerra civil. Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos y respaldadas por Estados Unidos, firmaron el mes pasado un acuerdo con Damasco para la fusión de los órganos de gobierno y las fuerzas de seguridad lideradas por los kurdos con el gobierno central.
Si bien están comprometidos con ese acuerdo, los funcionarios kurdos han objetado la forma en que los islamistas gobernantes de Siria están dando forma a la transición del régimen de Bashar al Asad, diciendo que no están respetando la diversidad de Siria a pesar de las promesas de inclusión.
Los kurdos, en su mayoría musulmanes sunitas, hablan una lengua emparentada con el farsi y viven principalmente en una región montañosa que se extiende entre las fronteras de Armenia, Irak, Irán, Siria y Turquía. En Irak, cuentan con su propio parlamento, gobierno y fuerzas de seguridad.
Damasco bajo prueba de Estados Unidos y de la comunidad internacional
El sábado, a la par del anuncio del Consejo Nacional Kurdo, el gobierno interino de Ahmed al Sharaa respondió por escrito a una lista de condiciones de Estados Unidos para un posible alivio parcial de las sanciones.
“Damasco ha actuado sobre la mayoría de las condiciones pero otras requieren entendimientos mutuos con Washington”, según una copia de la carta vista por la agencia de noticias Reuters.
En marzo, Estados Unidos entregó a Siria una lista de ocho condiciones que quiere que Damasco cumpla, entre ellas la destrucción de cualquier arsenal restante de armas químicas y garantizar que no se otorguen a extranjeros puestos de gobierno de alto nivel.
El gobierno interino de Al Sharaa ha promovido, al menos en el discurso, un diálogo nacional que incluya a las mujeres y a las minorías sirias. Sin embargo han ocurrido asesinatos selectivos y masacres contra la minoría alauita, a la que pertenecía el antiguo líder del país Bashar al Asad, ha dejado más de 1400 muertos en el oeste de Siria desde febrero, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Al Sharaa ha negado su responsabilidad.
El nuevo gobierno sirio necesita desesperadamente un alivio de las sanciones para reactivar una economía colapsada por 14 años de guerra, durante los cuales Estados Unidos, Reino Unido y Europa impusieron duras sanciones en un intento de presionar al expresidente Bashar al Asad.
FUENTE: Samuel Salgado / France24