Tras un paréntesis de dos años debido a la pandemia, el jueves comenzó el Festival Fusión en Lärz, Mecklemburgo. Más de 70.000 personas estarán de fiesta en el festival hasta el lunes por la mañana.

Ayer se celebró un concierto en el escenario Palappa del músico y activista Mal Élevé, que ha estado de gira en solitario desde la disolución de Irie Révoltés. Con motivo del próximo aniversario de la revolución de Rojava, que celebra su décimo aniversario el 19 de julio, 20.000 banderas de las YPG y las YPJ ondearon al son de su particular mezcla de reggae, dancehall, ska, rap y punk. La Izquierda Intervencionista (iL) de Berlín está detrás de la acción “20.000 banderas por Rojava”.

En cuanto a los antecedentes, la organización había declarado previamente: “El 19 de julio de 2012 se considera el inicio de la revolución en Rojava. A lo largo de diez años, un proyecto especial históricamente hablndo pudo desarrollarse en el noreste de Siria. En una región marcada por la guerra y la destrucción, logró plantar la semilla de una sociedad diferente. Gracias a la energía y la pasión de innumerables personas, la idea de una confederación democrática más allá de la fragmentación étnica y nacionalista pudo desarrollarse. La revolución se ha afirmado, con muchos sacrificios, en la lucha contra los reaccionarios yihadistas de Daesh (ISIS) y el aparato de poder turco. En la lucha por su existencia, siempre ha tratado de explotar las contradicciones internas imperialistas para hacer concebible una alternativa social. Queremos decir gracias: gracias por aplastar al ISIS y salvar a los yazidíes de un genocidio seguro. Gracias por vuestra fuerza y resistencia contra el imperialismo y el nacionalismo. Gracias por vuestra teoría y práctica feminista, de la que aprendemos. Y sobre todo: Gracias por preservar nuestra esperanza de un mundo mejor. ¡Larga vida a la resistencia en Rojava! Bijî Berxwedana Rojava!”.

Fusión

El Festival Fusión se celebra anualmente desde el verano de 1997 en un antiguo aeródromo militar cerca del lago Müritz, en Mecklemburgo-Pomerania Occidental. El espectáculo se prolonga durante cuatro días y va acompañado de eventos culturales como representaciones teatrales, instalaciones artísticas y performances. Este festival está organizado por la asociación Kulturkosmos, que se considera a sí misma un colectivo e invita a la gente a “pasar las vacaciones en comunismo con el festival. Lejos de la vida cotidiana, se creará una sociedad paralela muy especial: En un estado de emergencia colectivo, se desarrolla un carnaval de los sentidos en un lugar sin tiempo, en el que se refleja el anhelo de un mundo mejor para todos nosotros y nosotras”.