La sala de teatro, Şa Performance, debe vivir

Uno de los fundadores del teatro kurdo Şa Performance está tratando de solucionar los problemas económicos de la sala para evitar su cierre.

Şa Performance es un nombre de relieve en el teatro alternativo kurdo, aún así, se encuentra a punto de verse obligado a cerrar sus puertas debido a problemas financieros.

Tuncay  Özel, uno de los fundadores del teatro, ha manifestado en declaraciones a ANF que Şa Performance, que opera como centro cultural, debería continuar vivo.

Tuncay Özel, de 29 años, que lleva en el teatro los últimos 12, junto con otros 4 amigos de su ciudad natal Batman, tuvo la idea de crear un lugar en el que poder realizar obras de teatro kurdas en Estambul.

Özel y sus amigos, recibieron ayuda financiera de un empresario kurdo para crear el teatro y abrieron Şa Performance en la Calle Nane, Beyoğlu (Taksim).

En tan solo 6 meses los cinco amigos produjeron cinco obras en kurdo y, como dice Özel, “solo había un principio: hacer y promocionar el teatro en kurdo y contribuir a nuestra cultura. Cualquiera que respete este principio encontrará la puerta abierta.

Afirmando que la amenaza actual de cierre debido a problemas financieros, Özel se lamenta de que no haya podido llegar al número de personas que deseaban. Nunca tuvieron intención de ganar dinero, afirma Özel, sin embargo han encontrado un interés menor en la lengua y la cultura kurda del que habían anticipado.

Özel y sus amigos organizaron un acto de apoyo el 17 de junio para tratar de recaudar dinero para pagar los alquileres y facturas y evitar así el cierre del teatro, pero solo vendieron 150 entradas, cifra por debajo de lo necesario.

Tras ello, Özel solicitó ayuda al recién elegido alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu.

Pero, como afirma Özel, los teatros no reciben apoyo porque el distrito de Beyoğlu está en manos del AKP: “Si el CHP hubiera ganado en Beyoğlu, podríamos haber llamado a su puerta, pero no vemos ninguna posibilidad ya que el distrito está gobernado por el AKP”.

Özel recuerda que muchas instituciones kurdas de arte como Seyr-i Mesel tuvieron que cerrar por el decreto de emergencia conocido como KHK. “Es muy difícil para un teatro sobrevivir sin recibir apoyo. No queremos cerrar el teatro. Desafortunadamente, la política en este país en estos momentos no contempla el arte y la cultura como una parte vital del desarrollo social”.