Bajo lo que queda del minarete de Al-Hadba, del siglo XII, unos albañiles trabajan en un proyecto para restaurar la Ciudad Vieja de Mosul, reducida a escombros durante la batalla de Irak para recuperar la ciudad de los yihadistas.
Mezquitas, iglesias y casas centenarias están siendo devueltas a la vida en la metrópoli del norte, que el grupo Estado Islámico (ISIS) tomó como su bastión antes de ser expulsado a mediados de 2017.
“Al-Hadba es el icono de Mosul, el símbolo de la ciudad”, dijo Omar Taqa, un ingeniero supervisor de la UNESCO, el organismo del patrimonio de las Naciones Unidas que ha puesto en marcha varios proyectos para restaurar los lugares emblemáticos de la ciudad.
El minarete aparecía en los billetes de 10.000 dinares iraquíes antes de que los yihadistas ondearan su bandera negra desde lo alto de su aguja de 45 metros.
El jefe del ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, hizo su única aparición pública confirmada en julio de 2014 en la mezquita de Al-Nuri, donde declaró la creación de un “califato”.
Tres años después, el ejército iraquí y una coalición internacional liderada por Estados Unidos obligaron a los yihadistas a abandonar la segunda ciudad de Irak. La mezquita de Al-Nuri y el minarete adyacente inclinado, apodado Al-Hadba o “el jorobado”, fueron destruidos en junio de 2017 durante la batalla para recuperar la ciudad.
Las autoridades iraquíes acusaron al ISIS de plantar explosivos allí antes de su retirada.
“Encontramos 11 minas allí, listas para ser activadas”, dijo Taqa. “Algunas estaban escondidas dentro de los muros”
Sólo se conserva la zona central de la mezquita, cuya cúpula se apoya en arcos sostenidos por cuñas de madera. Encima de las columnas de mármol gris, restos de azul realzan los capiteles adyacentes.
En cuanto a Al-Hadba, sólo queda en pie su base, protegida por una lámina de lona. Tras retirar unas 5.600 toneladas de escombros, la reconstrucción del alminar comienza a mediados de marzo, conservando su inclinación, mientras que las obras de la mezquita se iniciarán en verano.
A finales de 2023, la obra debería estar lista.
Revivir el espíritu de Mosul
Mientras llega la reconstrucción, las partes más frágiles de las estructuras se guardan en un almacén.
Entre ellas se encuentran fragmentos del Mihrab, un nicho que indica la dirección de La Meca para los fieles, así como trozos del Minbar, desde donde se pronuncia el sermón y Baghdadi hizo su declaración en 2014.
Alrededor de 45.000 ladrillos de terracota del minarete original, aproximadamente un tercio de los que componían la estructura, están alineados en estanterías para ser reutilizados. Además, se siguen haciendo descubrimientos en el lugar, donde en enero se encontró una sala de oración del siglo XII bajo la mezquita.
La agencia de la ONU recaudó 110 millones de dólares para su iniciativa ‘Revivir el espíritu de Mosul’, financiada en gran parte por los Emiratos Árabes Unidos y la Unión Europea.
También se restaurarán las iglesias de Al-Tahira y Nuestra Señora de la Hora, así como unas 120 casas y la escuela local de la ciudad vieja.
Los contratistas locales se encargan de la reconstrucción, que ha creado 3.100 puestos de trabajo. Aproximadamente la mitad de ellos son para jóvenes que han recibido formación en restauración del patrimonio y de edificios, según la UNESCO.