15 colegios de abogados regionales condenaron los crecientes ataques racistas contra ciudadanos kurdos en una declaración conjunta. Dijeron que la violencia y el lenguaje polarizador allanan el camino para los ataques racistas y añadieron: "Debe llevarse a cabo una investigación inmediata y efectiva sobre estos últimos ataques".
La declaración conjunta también condenó los ataques racistas en Konya y Afton.
Subrayando que los ataques no deben considerarse como incidentes aislados y judiciales, la declaración decía: "Se investigan los delitos que implican violencia física e insultos, matar a personas, intentar matar a personas, herir intencionadamente a personas, insultar, amenazar, dañar la propiedad dentro del ámbito de los delitos de odio". Los artículos de prensa reflejaban que los ataques en cuestión estaban motivados por la identidad kurda de las personas atacadas y el uso de la lengua kurda. En el último periodo, intentos de linchamiento, discursos de odio y ataques similares han tenido como objetivo frecuente la identidad kurda y el uso de la lengua kurda".
La declaración añade: "El lenguaje discriminatorio utilizado por los políticos en los últimos años ha servido de base para estos ataques. Los colegios de abogados abajo firmantes condenan estos ataques racistas, que conducen a graves violaciones de los derechos humanos, especialmente del derecho a la vida, y exigen que se abandonen las declaraciones que sientan las bases para todo tipo de ataques racistas contra la identidad kurda y la lengua kurda. Dañan la paz social. Exigimos que los ataques se investiguen con prontitud y eficacia".
Los colegios de abogados que han firmado la declaración son los siguientes: Adıyaman, Ağrı, Bingöl, Bitlis, Batman, Dersim, Diyarbakır, Hakkari, Kars, Mardin, Muş, Siirt, Urfa, Şırnak y Van.