Las protestas de Kobanê fueron el resultado de las amenazas del por entonces primer ministro Recep Tayyip Erdoğan. Las protestas tuvieron lugar en docenas de ciudades después de que el primer ministro turco, que estaba en cooperación con el ISIS, dijera: "Ayn-al Arab (Kobanê) está a punto de caer".

Durante el levantamiento del 6 al 8 de octubre, 5 personas murieron y 42 resultaron heridas en Antep. Durante la audiencia de veredicto celebrada en el Segundo Tribunal Penal de Antep contra 10 personas en relación con las protestas de Kobanê, 7 fueron condenados a cadena perpetua por "violar la unidad e integridad territorial del estado", además de 3 años, 6 meses y 14 días en total por 3 delitos separados.

Como ninguno de los acusados ​​está actualmente detenido en relación con la demanda, solo uno de ellos, Ayhan Işık, y su abogado asistieron a la audiencia celebrada el martes. Işık y los abogados de otros acusados ​​solicitaron la absolución.

Las personas que recibieron cadena perpetua son las siguientes: Ayhan, Imam, İbrahim, Mehmet y Muhittin Işık, y Mehmet Caymaz e İzzet Nas.

Después de que se emitiera una orden de arresto contra los siete acusados, Ayhan Işık, que estaba presente en la audiencia, fue arrestado de inmediato y enviado a prisión.

N.Ü, AI y AK fueron absueltos en el mismo expediente.

Protestas de Kobanê

En la noche del 6 de octubre de 2014, después de 21 días de resistencia de las YPG/YPJ y el pueblo, la milicia terrorista "Estado Islámico" (ISIS) logró penetrar en el centro de la ciudad de Kobanê, en el norte de Siria. En vista de la situación crítica, el HDP pidió al pueblo del Kurdistán del Norte y Turquía que protestaran indefinidamente contra el gobierno del AKP, ya que no puso fin a su apoyo al ISIS. En el transcurso de esto, hubo enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad turcas y los manifestantes en muchas ciudades. Soldados, policías, guardias de la aldea, así como miembros y partidarios del radical islamista turco Hezbollah lideraron una lucha contra los kurdos que participaron en las protestas. El número de personas asesinadas, la mayoría de las cuales participaron en el levantamiento, fluctuó entre 46 y 53. Según un informe de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), 682 personas resultaron heridas durante las protestas. Al menos 323 personas fueron detenidas.

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