Casi 400 migrantes rescatados tras cuatro días en el mar

Un carguero turco en apuros con casi 400 migrantes procedentes de Afganistán a bordo ha sido remolcado hasta la isla griega de Kos después de que Turquía se negara a prestarle ayuda.

Un nuevo ejemplo del cínico juego con la vida y la salud de los migrantes se produjo el fin de semana en aguas internacionales entre Grecia y Turquía. Durante cuatro días, un carguero turco en apuros,  con casi 400 migrantes a bordo, estuvo a la deriva en el Mediterráneo mientras Grecia y Turquía discutían sobre la responsabilidad del rescate. Finalmente, Grecia cedió y remolcó el barco hasta el puerto de la isla egea de Kos. Allí, los inmigrantes pudieron solicitar asilo. Unos 375 pasajeros fueron llevados a un campamento en la isla. Otros seis fueron detenidos para ser interrogados, y una mujer fue trasladada a un hospital de la isla de Karpathos.   

Al parecer, muchos de los ocupantes del barco estaban hambrientos y deshidratados. Su calvario comenzó el pasado jueves. El carguero sufrió una avería en el motor cuando se dirigía a Italia, poco después de salir del puerto turco de la isla de Creta, y pidió ayuda. Siguieron días de negociaciones entre Atenas y Ankara después de que el gobierno griego apelara a Turquía a través de la Comisión Europea para que recuperara el barco de acuerdo con un pacto entre la UE y Turquía alcanzado en 2016. Cuando las autoridades turcas dejaron claro que no se llevarían el barco, la Guardia Costera griega lanzó lo que dijo que era una de las mayores operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo oriental.

La organización no gubernamental Aegean Boat Report informa de que los medios de comunicación locales alertaron a las autoridades griegas de que el carguero estaba en peligro, pero no confirmaron el incidente. Esto hizo temer que se estuviera produciendo otro rechazo de acogerlo por parte de las autoridades. Ninguna de las personas a bordo quería volver a Turquía porque no consideraban que el país fuera seguro, según la organización.