Mahmut Kaçan, miembro de la Comisión de Migración del Colegio de Abogados de Van, ha afirmado que el tráfico de migrantes se ha convertido en una industria y que en Turquía prevalece la política de impunidad.
El gobierno del AKP-MHP no tiene en cuenta los derechos legales de los migrantes y lleva tiempo construyendo muros en sus fronteras. La alianza gobernante utiliza a las personas migrantes como baza contra los países europeos y trata al resto como mano de obra barata.
La provincia de Van, fronteriza con Irán, es una de las que más problemas está experimentando con los llamados “inmigrantes irregulares”. Las personas migrantes de Afganistán cruzan a Irán antes de acabar en Van.
En declaraciones a ANF, Kaçan ha dicho que observaron un aumento de la afluencia de migrantes con la toma del poder por los talibanes en Afganistán.
“Sin embargo, a pesar de la toma del poder por parte de los talibanes, no hay una afluencia tan grave en comparación con el pasado. Por supuesto, después de que la afluencia de migrantes haya aparecido en los titulares y se haya convertido en un tema candente dentro de la política nacional, se han enviado más agentes de la ley a la frontera iraní”, añadió.
Los migrantes comienzan a amontonarse en la frontera
Kaçan ha señalado que las personas migrantes que cruzan la frontera y llegan al centro de la ciudad de Van son objeto de malos tratos en la frontera. “La confiscación de sus teléfonos móviles y de su dinero se ha convertido en una situación sistemática junto con los actos de agresión. Actualmente, un gran número de migrantes a los que Turquía no ha permitido entrar han empezado a amontonarse en la frontera”.
No tienen acceso a apoyo legal
Kaçan ha recordado que la capacidad actual del Centro de Repatriación de Van es de 750 personas. “No podemos obtener información desde dentro. Vemos que los migrantes no pueden hacer uso de sus derechos otorgados por el Derecho Internacional y que no tienen la oportunidad de obtener apoyo legal a través de abogados. Esto indica que se les maltrata. Los centros de repatriación son lugares donde se les retiene por la fuerza contra su voluntad”, ha agregado.
Los traficantes de personas se sienten cómodos
Kaçan ha señalado que el tráfico de migrantes se ha convertido en una industria desde hace mucho tiempo, y ha añadido: “La política de impunidad ha facilitado el tráfico de migrantes. El ejemplo más claro de esta impunidad puede verse en el caso de la muerte de 61 migrantes en el lago Van. Se detuvo a ocho personas, pero actualmente sólo una permanece detenida. Se ha seguido una política de impunidad incluso en el caso de esta masacre. Los traficantes de personas hacen su trabajo sin miedo. Nunca se abstienen de hacer este negocio ya que no tienen pérdidas de capital”.