HRW informa sobre continuas violaciones de derechos humanos en Turquía

Según el Informe Mundial de HRW de 2019, la suspensión de la democracia local continuó mientras el gobierno mantuvo el control de los 94 municipios ganados en las elecciones municipales de 2014 por el partido hermano del HDP, el DBP.

Existe una creciente tendencia mundial a enfrentar los abusos de autócratas, ha dicho hoy Human Rights Watch (HRW) al lanzar su World Report 2019. Dentro de la Unión Europea, en las Naciones Unidas y en todo el mundo, coaliciones de Estados, a menudo respaldados por grupos cívicos y protestas populares, están rechazando a los populistas que van en contra de los derechos más fundamentales. En el Informe Mundial de 2019, de 674 páginas, Human Rights Watch revisa los derechos humanos en más de 100 países.

Con respecto a la situación de los derechos humanos en Turquía, HRW recuerda que las elecciones parlamentarias y presidenciales de junio de 2018 hicieron que el presidente Recep Tayyip Erdoğan fuera reelegido presidente haciendo que el Partido Justicia y Desarrollo (AKP) en el gobierno retuviera el control del Parlamento por medio de una coalición.

HRW señala que la campaña electoral de junio de 2018 se llevó a cabo bajo un Estado de Emergencia que fue impuesto tras el golpe militar de julio de 2016, en un clima de censura de los medios y represión de los enemigos y críticos del gobierno que persistió durante todo el año, con numerosos parlamentarios, así como con el candidato presidencial de la oposición pro-kurda, en la cárcel.

HRW, al mencionar el sistema de gobierno presidencial acordado en un referéndum de 2017 que entró en vigor en las elecciones, señala que el sistema carece de controles y contrapesos suficientes contra el abuso del poder ejecutivo, disminuyendo en gran medida los poderes del Parlamento y consolidando el control presidencial sobre la mayoría de los nombramientos judiciales.

El informe también recuerda que en enero de 2018 Turquía lanzó una ofensiva militar en Afrin, al noroeste de Siria, poblado por kurdos y sirios, y que en el momento en que escriben esto Turquía sigue controlando el territorio.

Con respecto a la libertad de expresión, asociación y reunión, HRW dice: “Turquía sigue siendo el líder mundial en encarcelamiento de periodistas. Se estima que 175 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación se encuentran en prisión preventiva o cumplen condenas por delitos de terrorismo en el momento de la presente redacción. Otros cientos están en libertad pero a la espera de juicio. La mayor parte de los medios carecen de independencia y promueven la línea política del gobierno”.

Remarcando que los periodistas que trabajan para los medios kurdos en Turquía continúan siendo detenidos y encarcelados repetidamente, obstruyendo de esta manera los informes críticos del sureste del país, HRW dice: “Tras una redada policial en marzo al periódico pro-kurdo 'Free Democracy' (Özgürlükçü Demokrasi), sus periodistas y otros trabajadores fueron detenidos y sus trabajos de impresión y bienes entregados al Estado. El periódico fue cerrado por decreto en julio, y 21 impresores y 14 periodistas están siendo procesados en juicios separados. Un total de 13 de estos trabajadores se encuentran en prisión preventiva en el momento de la redacción de este documento”.

El informe destaca que: “El bloqueo de sitios web y la eliminación de contenido en línea han continuado, y miles de personas en Turquía se enfrentan a investigaciones criminales y procesamientos varios por sus publicaciones en las redes sociales. Wikipedia permanece bloqueada en Turquía.

En 2018 hubo un aumento en las prohibiciones arbitrarias de las asambleas públicas, particularmente evidente después del cese del Estado de Emergencia, cuando los gobernadores asumieron mayores poderes para restringir las asambleas.

La policía ha detenido a estudiantes de las principales universidades por protestas pacíficas en el campus contra la ofensiva de Turquía en Afrin y por colocar pancartas en las que se criticaba al presidente. Al menos 18 estudiantes permanecen en prisión preventiva por tales protestas y muchos otros están procesados por delitos como 'difusión de propaganda terrorista' e 'insultos al presidente'.

En agosto, el ministro del Interior prohibió la vigilia semanal pacífica que las Madres de los Sábados, familiares de las víctimas de desapariciones forzosas que buscan a los responsables, llevaban a cabo en una ubicación céntrica de Estambul. La policía las dispersó violentamente y detuvo a 27 de las organizadoras. La prohibición de la celebración de la vigilia en este emplazamiento tradicional se mantiene vigente en el momento de la redacción de este documento. También se ha prohibido la vigilia de los sábados en Diyarbakir, al igual que todas las asambleas públicas organizadas por la oficina de la Asociación de Derechos Humanos de Diyarbakir desde el pasado mes de septiembre.

El 15 de septiembre, la policía detuvo a cientos de trabajadores de la construcción que protestaban por las malas condiciones de trabajo y de vida en el edificio del tercer aeropuerto en Estambul. Los tribunales ordenaron que 37 de ellos, incluidos los dirigentes sindicales, ingresaran en prisión preventiva, poniendo a 6 en libertad posteriormente. Muchos otros permanecen bajo investigación criminal acusados de delitos como organizar una protesta no autorizada y resistencia”.

Bajo el título “Conflicto kurdo y represión contra la oposición”, el informe dice lo siguiente:

“Los enfrentamientos armados entre el ejército y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste continuaron hasta 2018, principalmente en las zonas rurales. El gobierno continuó con sus medidas represivas contra parlamentarios, alcaldes y municipios electos de partidos pro-kurdos, pese a que el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) obtuvo 67 escaños parlamentarios (11,9 por ciento de los votos) en las elecciones de junio.

La diputada del HDP, Leyla Güven, y nueve ex-parlamentarios de dicho partido, permanecen en prisión preventiva prolongada por cargos de terrorismo por motivos políticos, incluido el ex-dirigente del partido y candidato presidencial Selahattin Demirtaş. Once diputados fueron despojados de sus escaños parlamentarios en el período anterior a las elecciones de junio, y se les prohibió presentarse nuevamente como candidatos.

Según el Informe Mundial de HRW de 2019, la suspensión de la democracia local continuó mientras el gobierno mantuvo el control de los 94 municipios ganados en las elecciones municipales de 2014 por el partido hermano del HDP, el DBP (Partido de las Regiones Democráticas). En momento de la redacción, 50 co-alcaldes permanecen encarcelados por cargos de terrorismo motivados políticamente tras su retiro del cargo electo y la asignación de personas designadas por el gobierno a sus cargos”.

El informe de HRW también agrega: “En noviembre, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que la prolongación de la detención preventiva del político opositor Selahattin Demirtaş en Turquía viola sus derechos y tiene el ‘propósito ulterior de sofocar el pluralismo y limitar la libertad del debate político, que es el núcleo del concepto de una sociedad democrática’. El Tribunal ordenó su liberación”.